La igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres son motores esenciales para avanzar hacia un desarrollo inclusivo y sostenible. Sin embargo, aún persisten importantes desafíos. La dificultad para acceder a ciertos tipos de trabajos, la reproducción de estereotipos de género y la falta de acceso a bienes económicos limitan la participación laboral femenina además de condicionar la intención de emprender de las mujeres.