Desde 2017, la Dirección de Estudios de SUBREI ha sido pionera a nivel mundial en la construcción de cifras relacionadas con la participación de las mujeres en el comercio exterior y en la medición de los desafíos y brechas que ellas enfrentan. Con este objetivo surgió la “Radiografía de la Participación de las Empresas Lideradas por Mujeres en las Exportaciones Chilenas”, análisis que en 2025 presenta su séptima edición, que busca relevar el importante aporte de las mujeres a la internacionalización de la economía chilena a través de sus distintos roles, ya sea como líderes de empresas exportadoras, como parte de la fuerza laboral de las empresas con ventas al exterior y como parte de las redes locales de proveedores de las industrias exportadoras finales.
Esta edición incorpora, por primera vez, el uso de las estadísticas de empleo desagregadas por género en el sector exportador. Entregando antecedentes sustanciales sobre las industrias exportadoras donde trabajan las mujeres, en qué regiones del país se desempeñan y las brechas laborales de género que aún persisten; y aún más importante, por primera vez, se comprueba para Chile el supuesto internacional “Women hire more women”, el que sostiene que las mujeres a cargo de empresas exportadoras contratan a más mujeres como trabajadoras.
Este avance metodológico ha permitido constatar cómo las mujeres a cargo de empresas exportadoras en Chile se han transformado en un factor de movilidad social para otras congéneres, permitiéndoles mejorar sus condiciones de vida, las de sus familias y comunidades. La Radiografía nos cuenta en primera persona sobre las mujeres que hoy encabezan las exportaciones desde las regiones de Chile, en rubros tan diversos como la economía circular, la ingeniería, la industria audiovisual, la floricultura y la innovación en la industria de los alimentos, dando cuenta de sus historias y legados de esfuerzo, ingenio, iniciativa, perseverancia y resiliencia, aptitudes que son una constante en cada proyecto de exportación de las empresas lideradas por mujeres.
El estudio también da un nuevo paso adelante, al explorar las redes locales de mujeres apoyando el desarrollo de las industrias exportadoras del país, caracterizando el valioso papel de las mujeres en la agregación de valor en la minería y en la industria de las algas marinas, dos de los sectores exportadores más relevantes de Chile.
En el ámbito nacional, hemos avanzado para consolidar el trabajo colaborativo con diferentes instituciones públicas del país con el fin de contar con mejores datos sobre la participación de las mujeres en el comercio exterior. Así en esta séptima edición se incluyen colaboraciones con Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, el Servicio Nacional de Aduanas, el Servicio de Impuestos Internos, el Servicio de Cooperación Técnica, ChileCompra, el Servicio de Registro Civil e Identificación, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial y el Instituto Nacional de Estadísticas a través de la Subcomisión de Estadísticas de Género.
Destacamos las colaboraciones con INAPI, ChileCompra y Sercotec, las que buscan responder la pregunta sobre cómo seguir trabajando para que más mujeres puedan acceder a la posibilidad de exportar:
INAPI: Con INAPI hemos desarrollado una hoja de ruta para poder patentar en el exterior las innovaciones que las mujeres realizan. En este sentido, la propiedad intelectual juega un importante rol para apoyar a las exportadoras a ampliar su poder de negociación al momento de buscar importadores o socios en el exterior, licenciar, franquiciar o realizar acuerdos de merchandising, siendo un aporte fundamental para que más mujeres internacionalicen sus emprendimientos, fortaleciendo el valor comercial de los productos y/o servicios, reconociendo la reputación, experiencia, exclusividad y calidad.
CHILECOMPRA: Con la colaboración con ChileCompra se quiere dar a conocer la gran oportunidad que existe para que más mujeres se incorporen al mundo exportador a través de los procesos de compra pública transfronterizos. Las empresas chilenas tienen hoy la posibilidad de participar en los procesos de compras gubernamentales de mercados tan relevantes como Estados Unidos, la Unión Europea, México, Brasil y Uruguay por solo mencionar algunos de los 22 socios comerciales con los cuales hemos puesto en vigor capítulos con disposiciones relacionadas al acceso a las compras públicas de gobierno y de empresas estatales. Esto es muy relevante toda vez que en Chile existen 33.673 empresas proveedoras del Estado que cuentan con el Sello Empresa Mujer, pero solo el 0,9% de ellas registra ventas al exterior. Vale decir, solo 295 entidades proveedoras del Estado de Chile con Sello Empresa Mujer registraron ventas al exterior en el año 2024. Existe un potencial inmenso, son empresas que ya venden a nuestro Gobierno y también podrían participar en las licitaciones internacionales y hacer uso de los Acuerdos Económicos Comerciales firmados por Chile, esta sección cierra, a modo de primer paso, con una hoja de ruta para participar en la contratación estatal del Gobierno de Uruguay.
SERCOTEC: El Servicio de Cooperación Técnica ha sido clave en la internacionalización de las empresas chilenas, en particular aquellas empresas ubicadas en las regiones, apoyando su llegada a los mercados internacionales ya sea por los canales tradicionales o a través de la exportación vía eCommerce, desarrollando instrumentos de gran valor para las mujeres emprendedoras. Con SERCOTEC firmaremos un convenio para potenciar el trabajo de nuestras instituciones y colaborar con miras a que más mujeres accedan a los mercados internacionales.
La Radiografía de la Mujer Exportadora en sus distintas ediciones ha sido destacada por organismos internacionales como la OCDE y el Centro de Comercio Internacional. Al respecto, la OCDE la ha catalogado como una de las más avanzadas y refinadas en su tipo y el Centro de Comercio Internacional la ha distinguido como un esfuerzo sin precedentes para medir la participación de las mujeres en el comercio, aumentando así la conciencia y la visibilidad de las cuestiones de género en este ámbito.
En el año 2024 las exportaciones chilenas totales batieron un récord de envíos al mundo al sumar más de US$ 100 mil millones de dólares en ventas al exterior, detrás de este esfuerzo país estuvieron un total 8.567 empresas exportadoras, de las cuales 2.542 corresponden a firmas lideradas por mujeres, las que contribuyeron de manera decisiva al récord alcanzado en el año 2024.
Se trata también de la primera vez en la historia que las empresas exportadoras bajo liderazgo femenino superan la barrera de las 2.500 exportadoras.
Estas empresas representaron el 29,7% del total de empresas exportadoras del país y sus ventas al mundo sumaron US$ 23.449 millones, valor equivalente al 23,2% del total exportado a nivel nacional.
Las exportadoras lideradas por mujeres generaron en su conjunto un total de 501.024 puestos de trabajo dependientes y formales, contribuyendo de manera significativa a la generación de empleo en el país, concentrando en forma colectiva el 42,6% de la fuerza laboral exportadora.
Sin embargo, a pesar de la creciente presencia de empresas lideradas por mujeres en las exportaciones del país y su positivo impacto en la generación de empleo, para muchas de ellas la penetración en los mercados internacionales es aun evidentemente baja, en el año 2024:
Con respecto al perfil de las mujeres lideres de las empresas exportadoras el 86,8% de ellas son de nacionalidad chilena, 2,5% de nacionalidad argentina, seguidas por las lideres de nacionalidad venezolana, china, brasileña y colombiana.
En lo que se refiere a los rangos etarios que concentran la mayor cantidad de mujeres liderando empresas exportadoras, el 89% de ellas está por sobre los 40 años. Desglosándose en un 29% en el rango de 40 a 49 años, 32% en el rango de 50 a 59 años y 28% en el rango de 60 años y más. Sólo el 1% corresponde a líderes con edades desde los 20 hasta los 29 años y el 10% restante se ubicó en el rango entre 30 y 39 años.
El 85% de las empresas exportadoras lideradas por mujeres envía al exterior bienes no tradicionales y servicios, por tanto y con el propósito de aislar el efecto distorsionador de la preponderancia y fluctuaciones de valor en las exportaciones de cobre, carbonatos de litio, celulosa y las reexportaciones, el análisis de brechas de género en el sector exportador se centra únicamente en la canasta no tradicional y los servicios.
En el año 2024, las exportaciones de las empresas lideradas por mujeres sumaron US$ 16.865 millones (+US$ 547 millones), anotando un alza del 3,4% con respecto al año 2023 y siendo el motor que impulso el crecimiento de las exportaciones del país, pues en contrapartida, las exportaciones de empresas liderada por hombres sumaron US$ 26.121 millones, retrocediendo un 1% frente al ejercicio anterior (-US$ 272 millones).
A pesar de que las exportaciones de las empresas a cargo de las mujeres son las que explican el crecimiento de los envíos no tradicionales, su participación en las ventas al exterior de la canasta no tradicional del país es aún inferior a las de las firmas bajo liderazgo masculino con participaciones del 39,2% y 60,8%, respectivamente.
Algo similar ocurre con respecto a la cantidad de empresas exportando, en el año 2024, las firmas bajo la dirección de hombres fueron 4.912, en tanto las firmas a cargo de las mujeres ascendieron a 2.101. Es decir, las empresas exportadoras lideradas por hombres más que duplican a aquellas lideradas por mujeres, a razón de 2,3 veces.
Estas brechas de participación de las empresas lideradas por mujeres frente a las empresas lideradas por hombres se exhiben y replican de manera transversal a lo largo de las dieciséis regiones del país y en todos los rubros exportados, en mayor o menor medida, la presencia de las mujeres a cargo de empresas exportadoras permanece notoriamente inferior.
Entre los años 2019 y 2024, la cantidad de empresas exportadoras lideradas por mujeres ha crecido a una tasa promedio anual del 1,9%, pasando de 1.911 exportadoras en 2019 a las 2.101 exportadoras en 2024, para el mismo periodo en tanto, la cantidad de empresas con ventas al exterior a cargo de hombres ha crecido a una tasa promedio anual del 0,7%, pasando de 4.755 exportadoras a las 4.912.
Vale decir la tasa de crecimiento de las empresas lideradas por mujeres en las exportaciones de Chile duplica a la tasa de crecimiento de aquellas empresas lideradas por hombres. Sin embargo, a pesar de este mayor dinamismo, a las actuales tasas de crecimiento, a las exportadoras lideradas por mujeres les tomara un total de 45 años alcanzar la actual cantidad de exportadoras lideradas por hombres, lo que se lograría recién en el año 2069.
En cuanto a su oferta esta es amplia y diversa, sumando más de 2.800 productos y servicios exportados al mundo en 2024, además de los minerales sobresalen sus embarques de cerezas frescas, cartulinas, servicios de informática, asesorías en tecnologías de la información, salmónidos, vinos embotellados, uvas frescas, avellanas, manufacturas de madera, semillas, medicamentos, aceite de oliva, lácteos, envases, insumos para la minería, frutos secos, duraznos en conserva, peonías, algas, plantas de frutilla, cítricos frescos, lanas, jugo de ciruelas, joyería, hojas de boldo, frambuesas congeladas, rosa mosqueta, trufas, miel de abejas, helados, colchas, prendas de vestir, pigmentos, maqui congelado y liliums, incursionando en todos los rubros de exportación del país.
El 39% de sus ventas al exterior corresponden a alimentos y vinos, se destacan los embarques de cerezas frescas, salmones, vino embotellado, uva fresca, avellanas, manzanas frescas, arándanos frescos, preparaciones alimenticias, nueces, kiwis frescos y carne de cerdo, entre otros. En 2024, las ventas al exterior de alimentos por parte de las empresas lideradas por mujeres sumaron US$ 6.579 millones, valor que representa el 29% de las exportaciones chilenas totales del sector. El restante 71% corresponde a las empresas lideradas por hombres (US$ 15.883 millones).
El 5,6% de las exportaciones de las empresas lideradas por mujeres correspondió a prestaciones de servicios, en sus principales envíos al exterior sobresalen: Apoyo técnico en computación e informática, vía internet; asesoría en tecnologías de la información; soporte logístico; diseño y desarrollo de aplicaciones de tecnologías de información; y asesoría en gestión de proyectos de ingeniería. También destacan sus envíos al mundo de I+D en la química y la biología; diseño de software original; producción de originales de programas de televisión; edición de publicaciones técnicas; filmación de comerciales; filmación de películas, documentales, series y dibujos animados mediante técnicas de animación; ingeniería aplicada a la minería y asesoría en materias de propiedad intelectual e innovación.
En total sus envíos de servicios al mundo sumaron US$ 946,2 millones para el año 2024, valor equivalente al 33% del total exportado en el sector. El restante 67% correspondió a las empresas lideradas por hombres (US$ 1.921 millones)
Las manufacturas por su parte representan el 20,9% de sus ventas al exterior, destacan sus embarques de cartulinas, alambre de cobre, metanol, molibdeno, envases, cápsulas fulminantes para la minería, abonos, sistemas de levantamiento para la gran minería, bolsas de papel, champús, medicamentos, lanas, prendas de vestir, cremas para el cuidado de la piel y muebles de madera, entre otros. Sus envíos en 2024 sumaron US$ 3.530 millones, representando el 43% de los envíos manufactureros de Chile. El restante 57% fue generado por las empresas lideradas por hombres (US$ 4.601 millones).
Las mujeres también tienen un creciente papel en la agricultura regenerativa, sobresaliendo su importante contribución a los embarques de semillas para la siembra, plantas, árboles, flores, animales para reproducción, abejas y colmenas para la polinización, entre otros. En 2024, sus envíos al mundo sumaron US$ 270 millones. Más en detalle sobresalen sus embarques al mundo de semillas para la siembra de maíz, girasol, zanahoria, brócoli, sandías, pimientos y pepinos; en sus embarques de flores resaltan las peonías, ranúnculos y liliums; en sus plantas destacan las de arándanos, cranberries, frutillas, lavanda y vides.
En el año 2024, las exportaciones de las empresas lideradas por mujeres llegaron a más de 170 destinos en el mundo. El 95,1% se dirigió a mercados con los cuales Chile tiene acuerdos económicos comerciales en vigor, entre ellos destacaron Estados Unidos, China, Mercosur, la Alianza del Pacífico, la Unión Europea, la EFTA, Canadá y Corea del Sur.
En cuanto a la cantidad de empresas exportadoras lideradas por mujeres según mercado de destino, se aprecia que Estados Unidos emerge como el país al que más empresas exportan (597), casi empatado con Perú (594), otros destinos relevantes son Argentina, Brasil, Colombia, México, China, Ecuador, Uruguay y España.
En el año 2024, las 8.567 empresas exportadoras del país generaron en su conjunto un total de 1.175.390 puestos de trabajo dependientes y formales, representando el 12,1% de los empleos del país. En otras palabras, uno de cada ocho puestos de trabajo dependientes en Chile es generado por las empresas exportadoras.
En 2024, las empresas exportadoras contribuyentes registraron en promedio un total de 137 trabajadores dependientes, versus un promedio de 21 trabajadores dependientes en las empresas sin ventas al exterior.
En el año 2024, de los 1.175.390 puestos de trabajo derivados del sector exportador, el 66,8% de estos empleos los ocuparon hombres (785.470 trabajadores) y un 32,6% correspondió a mujeres (383.731 trabajadoras).
Al desagregar por género el empleo exportador del país, se tiene que de las 383.731 mujeres que forman parte de la fuerza laboral de las empresas con ventas al exterior, el 36% de ellas se concentra en la manufactura, un 26% en la industria agropecuaria y un 19% en el sector de los servicios. En su conjunto, estos tres rubros concentran el 81% de la ocupación laboral de las mujeres como trabajadoras de empresas exportadoras.
En cuanto a la distribución de los 784.093 trabajadores en la industria exportadora, se observa que el 44% de ellos se concentra en la manufactura, seguida de la industria agropecuaria (17%) y de los servicios (15%). Estas tres ramas productivas acumulan el 76% de la ocupación laboral de los hombres en la actividad exportadora.
El estudio destaca también que, para todas las regiones del país, la partición de las mujeres en la fuerza laboral de las empresas exportadoras es inferior a la participación de los hombres. Además, en ocho regiones del país, la participación de hombres en el empleo exportador prácticamente duplica a la participación de las mujeres, entre ellas destacan Antofagasta, Tarapacá, Atacama y la Metropolitana.
Fundadoras de Novamine
Fundadora y Desarrolladora de Productos de Suryuis
Fundadora y Directora de Pájaro, Estudio de Animación
Fundadoras de la Zapatería Nain
Fundadora y Directora de Enfusión
Fundadora y Directora de Enfusión
Bernardita Montes y María Inés Engler son socias de la empresa PATAGONIASUN, exitosa exportadora de peonías. María Inés es arquitecta de formación, se casó en el año 2000 y se fue a vivir al sur de Chile en Osorno y ahí fue su marido quien comenzó a plantar peonías, flores que vendían a la única comercializadora seria que había en ese momento. Aprovechando que su hermano vivía en Estados Unidos, comenzaron a exportar a ese país en el año 2008, aunque sin tener conocimientos previos en comercio exterior, peonías ni ventas en el mercado estadounidense. María Inés recuerda “pasé muchas noches llorando y con dolor de ‘guata’” porque es un tema difícil, además que en aquella época el rubro de las flores estaba poco desarrollado, distinto a lo que es ahora.
Comenzaron con huertos propios en Osorno y Pirque, a los que se sumaba un huerto de un socio en Coyhaique. Estas tres locaciones les permitieron cubrir toda la temporada de maduración de las peonías, flor que tiene la particularidad de que no se dan en invernadero, madura en el hemisferio norte en mayo y se dan en nuestra parte del planeta en el trimestre octubre-diciembre. Esto les da una ventaja en el mercado, ya que no enfrentan la competencia de grandes productores de flores como Ecuador y Colombia, quienes dominan el mercado debido a sus bajos costos de transporte.
María Inés nos cuenta que se mantuvo en el negocio creciendo en clientela. En el año 2019, en una conversación que tuvo con Aurelio Montes, fundador y propietario de la viña mundialmente conocida, le dijo que su hija Bernardita podía ayudarla con el negocio. Aurelio había plantado peonías y ya había llegado el minuto de decidir qué se hacía con la cosecha. Es así como Bernardita Montes, sorprendida con el ofrecimiento de su padre se sumó al negocio de las peonías. Parvularia de profesión, carrera que ejerció por 12 años hasta el nacimiento de su cuarta hija, su camino en el rubro de las flores comenzó cuando se hizo cargo como Directora Comercial de la florería de una amiga en el Hotel W, un desafío completamente nuevo para ella. El negocio fue un éxito, pero había llegado el minuto de independizarse con una florería propia que además de realizar ventas al por menor, abastecía a grandes cadenas de supermercados del sector oriente de Santiago por cerca de una década. Este trabajo le dio valiosa experiencia en el mercado nacional, conociendo a los productores y proveedores del sector.
En el año 2020, ambas armaron una alianza complementaria y constructiva, ya que María Inés traía la experiencia de las exportaciones y Bernardita la experiencia del mercado interno y los productores de flores. Al mismo tiempo, sus personalidades y la manera de ver los negocios eran complementarias, aportando un factor positivo más a la sociedad que estaban creando, junto con dos socios más. Durante la pandemia del COVID-19, tiempo complicado que aprovecharon para especializarse en distintos temas, tomaron todos los cursos que encontraban en distintos organismos como la CORFO. Ya para 2021, la sociedad la conformaban sólo María Inés y Bernardita.
Nos comentan que, en la actualidad, la tasa de crecimiento anual de PATAGONIASUN es importante, llegando a cerca del 20% en volumen de flores y aproximadamente a un 15% en valor. Gracias a este crecimiento, los productores de peonías ahora prefieren exportar con ellas, ya que el retorno es superior al de la competencia. Esto corresponde a una política de la empresa, mantener a toda la cadena contenta, a los trabajadores, productores y, además, que esto se refleje en que el cliente final reciba una flor de calidad premium.
Lo que diferencia a PATAGONIASUN de otras empresas es su atención personalizada a los clientes. Mientras que otras exportadoras solo hacen entregas directas a supermercados, ellas además se encargan de ofrecer un servicio a wholesalers y tiendas premium, lo que implica atender a muchos más compradores, siempre con un enfoque en la calidad y no en los volúmenes. Bernardita nos comenta: “En época de temporada, nos toca atender a los clientes non stop de lunes a domingo, como vendemos a Europa, Dubái y a muchas otras partes, a las 7 de la mañana nos encontramos con unos 80 Whatsapp que hay que responder”. Ese trabajo lo hacen ellas mismas y ahí también hay un factor diferenciador de la empresa. En Estados Unidos, cuentan con una persona que se ocupa directamente del contacto con los clientes en ese país, manteniendo un estándar de atención lo que ha sido un gran acierto. Con sus clientes han creado una relación comercial de años, incluso de amistad, respaldada por el profesionalismo de ambas. PATAGONIASUN cree en las relaciones de negocios win-win y eso es un punto de partida que filtra a los clientes que tienen en el extranjero.
La mano de obra de los campos de cultivo de las peonías está compuesta mayoritariamente por mujeres, esto se debe en gran medida a que hay mayor disponibilidad de mujeres temporeras. La propiedad de los campos es diversa, ya que hay hombres y mujeres. En tanto, la administración de estos campos está en manos mayoritarias de mujeres, que al final son quienes negocian con Bernardita y María Inés.
En cuanto a temas de logística, se diferencian de otras exportadoras del rubro, en que ellas no centralizan todas las flores que reciben de sus productores dentro de un packing, sino que cada campo tiene su propio lugar de acuerdo con los estándares definidos por la empresa, con protocolos y materiales de embalaje iguales.
La logística para exportar las peonías es compleja, el transporte terrestre lo realizan con camiones que recogen las flores desde cada campo para llevarlo a los aviones en los que se realizará la exportación. En las ocasiones en que se topan los embarques hacia Estados Unidos y Europa, se definen distintos camiones por destino, ahí deben coordinar dos camiones distintos y ellas se encargan de definir el orden de recogida desde los huertos e indicar qué corresponde para cada cliente en cada camión, con distintas documentaciones. María Inés nos cuenta sobre los contratiempos que pueden suceder en este proceso: “hay ocasiones en que las bodegas del aeropuerto se llenan y nos ha tocado que el camión espere dos días afuera, con el frío andando, para que les reciban las flores. Tampoco se puede llegar muy encima del embarque, porque la inspección USDA[1] no alcanza a inspeccionarlo el mismo día, por lo que se debe llegar 24 hrs. antes del embarque y si el vuelo es un lunes hay que llegar el sábado. Estas son las dificultades de un recorrido ‘ideal’”.
En la actualidad, junto a Bernardita y María Inés, trabajan dos mujeres más, Anabel y Rosario, y han logrado conformar un muy buen equipo que les permite distribuir las tareas del día a día. Pero en los comienzos de la empresa era muy distinto. Ambas veían todos los temas y eso las sometía a un estrés extremo. La temporada de la exportación de flores se divide en dos áreas, en vender y hacer todo para que la venta resulte perfecta para los buenos clientes que tienen, y en resolver problemas, nos cuenta Bernardita.
El prestigio de PATAGONIASUN y la gestión de sus dos socias son reconocidas en el rubro de las flores, tanto así que la autoridad sanitaria del país les pidió que organizaran al gremio, para tener a un interlocutor con quien entenderse en materias técnicas y en definiciones de tarifas de inspección, por ejemplo.
El mercado de PATAGONIASUN se divide entre Estados Unidos y el resto del mundo, siendo 50% de las ventas hacia el país norteamericano y el otro 50% hacia los otros destinos, donde el trabajo de prospectar nuevos mercados lo hacen Bernardita y María Inés. Han explorado mercados tan exóticos como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, donde les ha tocado gestionar la carta de homologación que les permite conseguir los permisos sanitarios para el ingreso de las flores. Pero también les ha tocado abrir mercados, en lo que a materias sanitarias se refiere, por ejemplo, con Perú demoraron cerca de 4 años en realizar las gestiones con el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG). Nos comentan que, en la actualidad, ProChile está realizando gestiones para abrir el mercado mexicano y brasileño, plazas de relevancia para el sector. Las llaman de lugares impensados para ellas, con interés en sus flores. Lugares como Kazajistán, China, Azerbaiyán y Ucrania, todo gracias a la reputación que se ha ganado PATAGONIASUN en el mercado de las peonías. Ambas valoran la utilidad de los Acuerdos Económico-Comerciales y el beneficio de las rebajas arancelarias en los mercados. Incluso nos recalcan lo mucho que anhelan un beneficio más amplio con India y una apertura sanitaria con Brasil.
Tanto Bernardita como María Inés, tienen motivaciones propias para seguir en el rubro exportador de flores, el mismo que a veces tantas dificultades les trae. “Obviamente hay un tema económico, pero independiente de eso, es por un desafío intelectual. No quiero ser una ‘vieja’ que ve televisión todo el día o que toma cafecito en un mall. Es tanta la gratificación cuando logras un buen negocio, que no solamente te va bien a ti, sino que a toda la cadena de gente involucrada desde la cosecha hacia arriba. Una se dice ‘qué increíble lo que hemos logrado’. Es un super buen ejemplo para tus hijos ver que la mamá se saca la mugre trabajando, son muchos más respetuosos con uno. Me gusta que mis niños me admiren por algo bueno como mi trabajo. Yo vi a mi mamá así”, comenta Bernardita. Por su lado, María Inés nos comparte su motivación personal “Ha pasado algo muy importante en todo esto desde el 2000 al 2024 ha habido un cambio tecnológico enorme y, a lo largo de los años, nos ha obligado a mantenernos al día. Por ejemplo, a saber qué es y cómo usar Chat GPT, a estar actualizadas en el sistema de funcionamiento de Estados Unidos que hoy funciona todo automatizado con código de barras. Y, por otra parte, hemos aprendido mucho sobre cómo es tener una empresa en el país, hemos aprendido de temas impositivos, que la mayoría de las mujeres no sabemos, lo que nos hace depender de otras personas que nos lleven las cosas. Todo eso nos empodera mucho. Nosotras mismas manejar el tema económico y traspasarlo a nuestras propias vidas, manejar nuestras cosas, llevar la parte financiera que yo creo que son pocas las mujeres que pueden hacerlo y no es fácil, uno de los temas que me ha costado es hacerme cargo de mi plata y mis inversiones sintiendo que una puede hacerlo”.
En relación con el modelo de liderazgo femenino que practican, Bernardita considera que sí se marca un factor diferenciador y nos comenta “tenemos excelentes trabajadoras que nos colaboran y nunca hemos puesto alguna dificultad para que puedan asistir a los actos escolares de sus hijos, por ejemplo, y ellas nos retribuyen esos gestos con su compromiso y responsabilidad con la empresa”. “Las mujeres tenemos eso de ser más globales, de no sólo ver el negocio, sino que también mirar a las personas, en qué están ellas” complementa María Inés.
“Nunca duden de las capacidades que tienen y siempre échenle para adelante, podemos con todo” es el mensaje que nos deja Bernardita para las mujeres que quieran iniciarse en el mundo del comercio exterior. “Todas tenemos las capacidades, al final es estudiar y atreverse. Y aprendan inglés, es fundamental y te abre muchas puertas” nos dice María Inés. Esta actitud de empuje y valentía se les nota y también se refleja en los logros que ambas han conseguido a nivel personal y, en conjunto, como PATAGONIASUN, destacando en el mercado de las peonías a niveles internos e internacionales.
[1] USDA: United States Department of Agriculture.
“Generar cosas positivas para una, pero también para el resto de las mujeres, haciendo y creando”
Carolina Jara es Ingeniera Agrícola y fundó su emprendimiento el año 2012 en Coyhaique, región de Aysén. Inicialmente, ofreció jugos exprimidos de frutas tradicionales, una propuesta innovadora en una ciudad de clima frío donde el consumo de jugos no era común. La juguería rápidamente ganó popularidad, en especial entre los turistas, lo que llevó a la venta de jugos elaborados con frutas locales, como el calafate.
En 2013, Carolina se asoció con su hermano Ángel Urrutia, Ingeniero en Construcción sin formación agrícola, pero con experiencia en negocios. Juntos formaron la empresa familiar, con ella a cargo de la producción y su hermano como responsable de la parte comercial. El negocio evolucionó cuando los clientes extranjeros solicitaron jugos embotellados para llevar durante sus tours, lo que impulsó el primer gran cambio en la producción lo que vino acompañado del desafío de resolver la rápida oxidación de los jugos. Para solucionarlo, recibieron el apoyo de un proyecto de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que permitió desarrollar jugos de frutos nativos preservando naturalmente sus antioxidantes y vitaminas, sin el uso de aditivos ni colorantes. Esta innovación marcó un punto clave en el crecimiento y diferenciación del emprendimiento. Lograron desarrollar una máquina única en el mercado nacional, que mediante vapor extraía gota a gota el jugo concentrado de la fruta y que por arrastre extraía las vitaminas y antioxidantes de la pepa y cáscara, lo que provoca que este jugo en particular tuviera un alto contenido en estos nutrientes. Este proyecto fue coordinado por Carolina.
Hacia 2015, la empresa empezó a vender sus jugos al por mayor, luego de realizar ventas directas en ferias y eventos locales. Fue entonces cuando comenzaron las primeras conversaciones con ProChile, que reconoció el potencial de exportación del producto.
Junto a esta agencia, realizaron su primera visita de prospección a Milán y a una feria de alimentos funcionales en Suiza. Gracias a la continuidad del proyecto FIA, este fue el inicio de la adaptación de sus productos a los mercados internacionales, ajustando aspectos como el packaging y el etiquetado, inspirados en productos similares. Desde entonces, todas las mejoras se enfocaron en la exportación, aunque no dejaron de llamar la atención del mercado local, especialmente por su etiqueta en inglés y español, que contaba la historia de sus materias primas y su origen desde el “fin del mundo” y de los ancestros de la familia de Carolina. Para el año 2017, lanzaron la imagen renovada de su producto en la Feria Ñam.
Con la consolidación en el mercado nacional, la idea de exportar se hizo más fuerte. A finales de 2021, lograron su primera exportación de jugo de maqui a Corea del Sur, en botellas de 475 ml, adaptadas a los requisitos del mercado asiático. Carolina considera esta experiencia muy satisfactoria, ya que contaron con el apoyo de un agente comercial chileno en el país, lo que facilitó la adaptación a las normativas y les permitió aprender sobre el embalaje. Sin embargo, los altos costos de flete de las botellas de vidrio fueron un desafío.
Esta exportación impulsó la necesidad de ajustar su oferta, considerando los requisitos del cliente y las tendencias del mercado. Con el apoyo de ProChile, postularon a una convocatoria dirigida a empresas con experiencia en exportación y de esta manera, en 2022, SurYuis participó en una feria en Corea del Sur, donde pudieron conocer mejor la cultura, la competencia y las preferencias de los clientes, permitiéndoles definir el formato actual de su producto.
El nuevo formato del producto consiste en un sachet individual con jugo concentrado que se disuelve en agua, facilitando el transporte y siendo más cercano al público coreano. Este cambio dio lugar a una segunda línea de productos, además de los jugos en botellas de vidrio tradicionales. La innovación fue financiada por proyectos del Gobierno Regional de Aysén, a través del programa Impulsa, que apoyó la compra de una máquina sachetera y la instalación de paneles solares, reduciendo los costos de electricidad.
La producción de sachets también presentó el desafío de diseñar un empaque adecuado para el transporte y la venta. Carolina destaca la importancia de visitar los mercados objetivo y valora el apoyo de agencias como ProChile, tanto a nivel regional como en los mercados de destino, en este caso Corea del Sur, lo que resulta clave para una estrategia exportadora exitosa.
Otro aspecto clave al desarrollar un negocio es el registro de marcas. SurYuis y otras marcas de la empresa, como AustralOx y La Baqueana, fueron registradas en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) para proteger su uso. Carolina considera este proceso fundamental, aunque señala que es muy lento, especialmente cuando surgen oposiciones de otras empresas o del mismo INAPI debido a similitudes con marcas ya registradas, lo que requiere intervenciones judiciales y la contratación de abogados especializados. A pesar de estos obstáculos, SurYuis ha logrado resolver favorablemente ambos casos, enfrentándose exitosamente a una empresa del sector cervecero y al propio INAPI.
Una de las principales dificultades que ha enfrentado SurYuis en el proceso exportador no ha sido el papeleo ni las negociaciones, si no la logística, debido a su ubicación en una zona extrema del país. A pesar de estar a solo 1 hora y media del Puerto de Chacabuco, no es posible exportar directamente desde allí. Deben transportar los productos por tierra a una bodega en Santiago y luego al puerto de San Antonio, lo que puede demorar hasta 15 días adicionales. Además, las barcazas de conexión no tienen horarios fijos, lo que complica aún más el proceso. Para anticiparse a contratiempos, SurYuis calcula un mes de anticipación para llegar al puerto de salida. Esta situación incrementa los costos de flete y limita el tipo de carga que pueden exportar, ya que no cuentan con transporte refrigerado desde la región. Por otra parte, el negocio ha crecido tanto que los proveedores locales ya no pueden satisfacer la demanda, por lo que SurYuis se ha visto en la necesidad de buscar frutas en regiones cercanas para abastecer la producción.
Además de su empresa familiar, Carolina forma parte de una Cooperativa creada en 2018, compuesta exclusivamente por mujeres del sector forestal no maderero, especializadas en productos como calafate y maqui. Esta Cooperativa les permite compartir experiencias y ayudarse a superar los desafíos. Cada socia tiene un área de desarrollo, como Claudia Cerda, Ingeniera Forestal, que trabaja en domesticar el calafate para crear huertos debido a la disminución del recurso natural. Carolina se encarga del desarrollo de productos y también de aportar un enfoque positivo al grupo. Hoy en día, el principal objetivo a mediano plazo de la Cooperativa es exportar y crear un centro de acopio, aunque aún no han logrado esta última meta debido a la gran inversión que se requiere. Sin embargo, han logrado desarrollar dos productos de marca propia: una bebida de calafate y gomitas del mismo fruto con colágeno. Estos productos ya están disponibles, aunque enfrentan dificultades con el registro en el Servicio de Impuestos Internos (SII), lo que les ha impedido facturar hasta ahora.
Al preguntarle a Carolina sobre las eventuales dificultades que enfrentan las mujeres en el comercio exterior, menciona que en algunos mercados ser mujer le ha beneficiado, aunque considera que en el extranjero es común ser tratada como un igual. Sin embargo, en Chile ha notado una diferencia negativa en las negociaciones al ser mujer. También nos cuenta su experiencia en el sector público, donde algunos funcionarios muestran comportamientos discriminatorios hacia las mujeres. Esto demuestra que aún queda mucho por avanzar en perspectiva de género, especialmente en las regiones más extremas del país.
Las experiencias de Carolina con su empresa y la Cooperativa refuerzan su convicción y tenacidad para enfrentar los desafíos en el camino hacia la exportación. Junto a su hermano, se motivan a seguir luchando en el mundo del comercio exterior disfrutando de la energía que les da hacer negocios, crear nuevos productos y cerrar ventas. Carolina y Ángel forman un gran equipo y se han apoyado mutuamente en todo el proceso de hacer crecer su empresa.
Como mensaje final, Carolina comparte que su hijo con síndrome de Down ha sido su principal impulso para enfrentar cada desafío de la vida. Su espíritu emprendedor e innovador también potencian esta energía. Como presidenta de una asociación de padres y madres de personas con síndrome de Down, siempre les dice a sus compañeros: “entre hacer y no hacer, hacer”. Su consejo es “no quedarse sentadas, a seguir, aunque cueste y haya días que se hagan súper pesados, en que no quieras continuar. Cuesta mucho, pero te tienes que reinventar. Luego descansarás y dormirás, al día siguiente te renuevas y ¡continuamos! Porque para eso estamos en la vida”. Además, anima a ayudar a otras mujeres, compartir lo que sabemos, motivarlas e impulsarlas a emprender, aunque sea a pequeña escala, generando cosas positivas para ellas mismas y para otras mujeres, haciendo y creando.
“Lo que yo tuve que romper para comenzar en esta industria, fue el atreverme”
Bernardita Ojeda fundó Pájaro en 2008, tras haber creado de manera independiente una serie animada para Televisión Nacional de Chile (TVN) al salir de la universidad. Después de esta experiencia, decidió formalizar su emprendimiento y fundar su propia empresa. Con el apoyo de fondos del CNTV, logró reunir un equipo de trabajo con personas con las que ya había colaborado previamente, como su Director de Animación, Simón Ramírez, quien sigue siendo parte de su equipo. En sus inicios, Pájaro comenzó con un equipo pequeño de tres personas, en el que todos realizaban diversas tareas y el tamaño del equipo variaba según los proyectos en desarrollo.
Bernardita destaca que formalizar su empresa le abrió muchas puertas, como la posibilidad de postular a fondos a los que antes no podía acceder como persona natural y le permitió diversificar las propuestas laborales, abriéndose a distintas plataformas. Esta formalización también le permitió estructurar el equipo de trabajo, asignando roles específicos a cada miembro, lo que facilitó la organización interna y consolidó a Pájaro como un estudio con una visión clara de equipo.
A pesar de haber tenido una formación en ilustración y diseño en entornos muy solitarios, Bernardita siente que su capacidad de liderar equipos tiene una base natural. Lo que más disfruta de su trabajo es dirigir a su equipo, aunque las dificultades surgieron cuando tuvo que dejar atrás el trabajo individual para enfocarse en la dirección creativa.
Al principio, la industria de la animación en Chile era emergente y carecía de una estructura profesional sólida. No existían muchas producciones nacionales de series animadas y el enfoque estaba más centrado en la prestación de servicios que en proyectos de gran escala. Hoy en día, la industria ha evolucionado significativamente. Existen universidades que imparten la carrera de animación y los profesionales se han especializado en diferentes áreas, lo que ha elevado el nivel general del sector. Sin embargo, la precariedad y los bajos presupuestos siguen siendo un desafío. No obstante, el reconocimiento de obras como Historia de un Oso (Estudio PunkRobot), ganadora del Oscar en 2016, ha ayudado a cambiar la percepción de la animación en Chile y a aumentar la visibilidad del sector. Actualmente, Pájaro recibe múltiples propuestas, ya que los clientes reconocen que la animación es una herramienta eficaz para comunicar contenidos complejos.
Uno de los mayores logros de Pájaro ha sido su expansión hacia mercados internacionales, lo que les ha permitido acceder a mayores recursos y colaborar con otros países. Gracias al apoyo de fondos estatales han podido participar en ferias internacionales, facilitando coproducciones con países como Argentina, Colombia y España. Estos proyectos, como la serie Petit, han sido claves para el crecimiento del estudio. Los apoyos estatales han sido clave para el desarrollo de la industria. Gracias a la ayuda de ProChile, el Fondo de Cultura, Ventanilla Abierta, DIRAC y las misiones MINCAP, pudieron asistir a ferias internacionales, lo que les permitió realizar coproducciones con otros países. Así, Pájaro ya no se limita sólo a los recursos y el talento de Chile, sino que puede colaborar con el resto de Latinoamérica y el mundo.
Un hito importante para el estudio fue la primera coproducción con el canal Pakapaka de Argentina, una serie que logró ser emitida en Cartoon Network. Esta colaboración reunió lo mejor de ambos países: los argentinos se encargaron del doblaje de voces, reconocido internacionalmente, mientras que Pájaro, desde Chile, aportó el talento en animación. Esta fusión no solo fue beneficiosa, sino que también mejoró la calidad de los productos de Pájaro.
El estudio también ha logrado dos nominaciones a los premios Emmy, reconocido galardón en la industria televisiva. Además, se encuentra insertado en el circuito de festivales internacionales, donde ha recibido numerosos reconocimientos. Estos premios no sólo son un reconocimiento a la excelencia del trabajo realizado, sino que también refuerzan el papel de la industria creativa como embajadora de la imagen de Chile en el extranjero, contando historias locales y globales desde una perspectiva propia y contribuyendo al relato del país.
La pandemia fue otro punto de inflexión para Pájaro, ya que les permitió acceder a mayor financiamiento europeo, a crear el área de servicios y explorar nuevos proyectos de animación, como la incursión en 3D. Este cambio de enfoque amplió su alcance, permitiéndoles trabajar con mercados como Canadá y consolidar su presencia en el ámbito internacional.
En cuanto a la participación femenina en la industria, Bernardita recuerda que, cuando fundó Pájaro, la animación en Chile era un campo predominantemente masculino. Sin embargo, la creación de programas universitarios en animación ha aumentado la participación femenina, especialmente en roles de producción y organización, aunque todavía hay pocos ejemplos de mujeres en cargos de dirección creativa. En Pájaro, las mujeres tienen una participación equitativa en todos los roles y Bernardita se enorgullece de haber sido parte de este cambio. Para ella, el liderazgo femenino tiene un estilo único que combina empatía, ambición y un enfoque colaborativo, lo cual le ha permitido dirigir con éxito a su equipo. Esta forma de liderar, que valora a las personas y favorece el trabajo en equipo, logra sacar lo mejor de cada miembro. Aunque reconoce los obstáculos que enfrenta como mujer en la industria, se siente orgullosa del papel que desempeña y de las barreras que ha logrado superar.
Bernardita también juega un papel importante en ANIMACHI, la Asociación de Animadores de Chile, donde como presidenta trabaja para fortalecer el gremio, apoyar la internacionalización y fomentar la colaboración entre los distintos sectores de la industria audiovisual. A través de su liderazgo en ANIMACHI, ha buscado darle visibilidad al trabajo de las y los animadores y promover un ambiente generoso y de apoyo mutuo dentro del gremio.
El próximo gran proyecto de Pájaro es la realización de un largometraje de animación, un proceso que puede tomar de 5 a 8 años, ya que una persona dedicada a la animación puede avanzar entre 1 y 2 segundos diarios. La concreción de este tipo de proyectos se logra, principalmente, gracias a la red de contactos que se establece en grandes festivales de animación, como los que se realizan en Estados Unidos y España. En estos eventos, se tiene la oportunidad de hacer conexiones, presentar el proyecto y, posiblemente, conseguir colaboradores que aporten el financiamiento necesario para llevar a cabo un largometraje animado. Además del aspecto financiero, Bernardita valora enormemente estas ferias como una oportunidad para conocer personas muy talentosas que enriquecen los proyectos, además de abrir puertas a fondos internacionales.
Por último, Bernardita enfatiza que todas las mujeres tienen derecho a equivocarse y aprender de sus errores, tal como lo han hecho muchos hombres en la industria. "Lo que yo tuve que romper para comenzar en esta industria, fue el atreverme". No se trata de esperar a tener todos los diplomas, sino de romper esa "caja de cristal" que nos imponen o autoimponemos las mujeres. No hace falta ser perfecta ni hacerlo todo a la perfección para lanzarse. Desde levantar la mano en una sala de clases hasta viajar a una feria o crear tu propia empresa. Es fundamental tomar ese derecho y, para ello, se necesita valentía y crecimiento en el camino. Es hora de reclamar ese espacio como mujeres.
Su mensaje es claro: atreverse, romper las limitaciones aprendidas y aprovechar las oportunidades que se presenten, sin miedo al fracaso.
“La continuidad del legado cultural Mapuche depende de personas como nosotras, guardianas de nuestra tierra y responsables de que los valores de nuestra cultura se traspasen de generación tras generación”.
Zapatería Nain nació hace más de 13 años. Es un emprendimiento fundado por las hermanas Cindy y Judith Cañupan, mujeres de raíces Mapuche. Cindy recuerda que desde siempre tuvieron la inquietud de emprender y que, gracias a su formación profesional como diseñadora de vestuario, en un principio su negocio estuvo enfocado en la confección de trajes de novia, lo que eventualmente las llevó a incursionar en el mundo de los zapatos.
La marca Nain nació incluso antes que la zapatería, ya que es el apellido de su abuelo, lo que le otorga un profundo significado personal para las hermanas. Desde el comienzo, han destacado su pertenencia al pueblo Mapuche, una característica que agrega valor cultural a la marca.
Cindy relata que comenzó a esbozar diseños de zapatos que compartía con su hermana Judith, con la intención de redirigir el negocio hacia este nuevo rubro. En ese período, conocieron a un zapatero al que le pidieron que les enseñara el oficio. Aunque al principio la propuesta no fue bien recibida, ya que en ese entonces el rubro era dominado por hombres y ellas eran muy jóvenes, volvieron una semana después con un plan de negocios que convenció al zapatero, aunque aún persistió la reticencia a enseñarles. Fue sólo cerca de dos años después que lograron aprender a confeccionar zapatos por su cuenta.
Con el tiempo, lograron dominar las técnicas de la zapatería, aprender a seleccionar cueros adecuados para la fabricación y diseñar calzado con su propio estilo. Sin embargo, las hermanas se sentían como meras observadoras del proceso hasta que finalmente comenzaron a crear y confeccionar sus propios zapatos.
Un gran impulso para Nain llegó al ganar el Fondo Capital Abeja de SERCOTEC, lo que les permitió adquirir sus primeras máquinas para su taller ubicado en su casa, donde empezaron a fabricar sus propios zapatos de cuero.
Judith menciona que uno de los mayores obstáculos en los primeros años fue la desconfianza de los proveedores (todos hombres), quienes no creían que "estas niñas" supieran lo que estaban haciendo, ni siquiera en aspectos básicos como la elección del grosor del cuero. Sin embargo, las hermanas, con perseverancia y constancia, lograron ganarse la confianza y respeto de los proveedores, y ahora se enorgullecen cuando las ven mencionadas en los medios de comunicación.
Uno de sus primeros grandes negocios fue proveer zapatos a los estudiantes de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), quienes necesitaban un uniforme para su gira de estudios a Europa. Otro hito importante ocurrió en 2015, cuando participaron en el Encuentro Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (ENAMIPE), siendo reconocidas como uno de los tres proyectos destacados a nivel nacional y recibiendo el premio de manos de la presidenta Michelle Bachelet. Ese mismo año, también se abrieron los Centros de Desarrollo de Negocios de SERCOTEC y Nain fue uno de los primeros emprendimientos en participar en la Región Metropolitana. Las hermanas Cañupan también han aprovechado diversas oportunidades que entrega el Estado, como postular a los beneficios de ProChile, lo que les permitió acceder a recursos y asesoría para su crecimiento.
Judith destaca la importancia del apoyo gubernamental para aumentar la presencia de los productos Nain en nuevos mercados, señalando que “si no estás presente, no se cierran negocios”. Por su parte, Cindy subraya que la clave está en el valor del diseño y la calidad del producto, así como en la importancia de valorar la identidad indígena en su oferta.
Una de las experiencias más enriquecedoras fue la pasantía que Judith obtuvo en México, a través de un convenio entre las municipalidades de Santiago y Zapopan en Guadalajara. Durante esta pasantía, conoció empresas mexicanas de distintos rubros, donde aprovechó para presentar la zapatería y establecer contactos comerciales. Además, destacan su participación en el Foro Mundial de Empresarios Indígenas, en lugares como Canadá, Chile, Hawái y Papúa Nueva Guinea, Foro que literalmente les abrió las puertas al mundo al conocer a indígenas de todo el orbe, también cooperativas de otras comunidades y representantes de culturas que de otra manera no habrían podido conocer o intercambiar experiencias de la cosmovisión e identidad de sus propios negocios.
Otro hito clave para Nain fue la primera exportación, que surgió tras su participación en el foro de Hawái en 2015. En esa oportunidad, con el apoyo de ProChile y la asesoría de un agente de aduanas proporcionado por los centros de negocios de SERCOTEC, lograron gestionar la exportación de sus productos al extranjero. Los zapatos Nain han estado presentes en pasarelas de moda en Argentina, Italia y Australia, gracias a oportunidades autogestionadas que resultaron en negocios en esos mercados. En Italia, su participación se debió a una postulación que hicieron en la WGSN, una organización global que busca nuevas tendencias, lo que permitió que sus zapatos fueran seleccionados para ser parte de la pasarela más importante de calzado a nivel mundial en The Micam. Representando a Chile con sus creaciones.
Las hermanas Cañupan se encargan del diseño de los zapatos y de la definición del negocio, liderando un equipo compuesto únicamente por hombres que llevan a cabo la producción. El modelo de exportación de Nain varía según el volumen de los pedidos. Por ejemplo, enviaron una venta a Tailandia a través de DHL, que ofrece tarifas rebajadas para empresas que trabajan con ProChile.
El mercado de la zapatería en Chile es muy competitivo y muchas zapaterías que surgieron en la misma época que Nain ya no están en operación. Esto se debe, en parte, a la competencia de marcas que producen calzado en países como India o China, con costos mucho más bajos. Sin embargo, la perseverancia de las hermanas Cañupan las mantiene firmes en su apuesta por el diseño y la producción local, lo que también favorece a toda la cadena de proveedores nacionales, como las curtiembres, que han visto una disminución en la demanda general a nivel país. Aunque la mayoría de los proveedores de Nain son nacionales, tienen que importar las hormas de zapatos para hombres desde Argentina, ya que en Chile cerraron todas las fábricas. Además, debido a la falta de escuelas de zapatería en el país, deben buscar capacitación fuera de Chile, principalmente en el mismo país trasandino, donde la industria está más desarrollada.
El mensaje que Judith quiere dar a otras mujeres que recién inician su camino en el mundo de las exportaciones es que se capaciten, que aprendan sobre las distintas etapas para enviar sus productos al exterior, sobre precios, costos, el mercado de destino, los gustos de los compradores, el clima, cuanto calzan en promedio las personas en ese mercado, todo ese tipo de detalles que no se pueden dejar fuera. Cindy añade que es importante saber dar valor a los productos, “no teman dar valor a su trabajo”. Saber calcular los precios basados en los costos de mano de obra, materiales, diseño y asegurándose también de dar valor al trabajo de los artesanos que les colaboran pagando un precio justo y digno.
La continuidad del legado cultural Mapuche depende de personas como Cindy y Judith, guardianas de su tierra y responsables de que los valores de su cultura se traspasen de generación tras generación. Por ejemplo, a través del nombre de su marca y dando identidad Mapuche a las colecciones de zapatos Nain.
“Uno de los sellos de Maku Wool es que trato de buscar proveedoras mujeres de productos y servicios en todo lo que se pueda”
Daniela se describe como una emprendedora por naturaleza, siempre ha sido su propia jefa. Antes de la llegada de su hijo, manejaba su propia productora de eventos, un trabajo demandante que a menudo afectaba su vida personal. Con la maternidad, muchas mujeres optan por emprender para tener más flexibilidad y Daniela no fue la excepción. El nombre de su empresa, Maku, proviene del término yagán para "hijo", reflejando sus vínculos con la familia y su territorio.
Originaria de la región de Magallanes, la familia de Daniela vive en la isla de Tierra del Fuego, donde crían ovejas. Observando que en la zona predominaban los productos primarios sin mayor manufactura, decidió emprender con la lana que su familia produce, iniciando Maku Wool en 2018. Su primera pregunta fue: “¿qué tengo para emprender?” y la respuesta era “lana”, así que compró unos kilos a su familia y comenzó su emprendimiento. La empresa es un esfuerzo familiar conjunto, donde su papá y hermano crían y esquilan las ovejas, mientras que su madre y ella misma se encargan del diseño, siendo Daniela quien ve personalmente los demás aspectos operativos.
A pesar de las dificultades para desarrollar el negocio, especialmente en Chile donde el sector textil es casi inexistente, Daniela decidió que Maku Wool sólo trabajaría con lana chilena. En el camino se ha encontrado con personas muy generosas, los “viejos hilanderos” como ella les llama, quienes no entienden porqué quiere incursionar en este sector, siendo la opción más lógica enviar la lana a procesar a China o traerla a Chile desde Turquía, que es el ciclo actual de la lana magallánica. Pero la “porfía” de Daniela hace que como definición básica de su emprendimiento sus productos contengan lana 100% chilena y esa ha sido su lucha que como recompensa tiene la alta calidad de su producción.
En sus primeros años, la empresa vendía ovillos de lana a tiendas especializadas, pero al confeccionar tejidos para mostrar las lanas que producía, los clientes comenzaron a interesarse en los productos terminados como mantas, pantuflas y cojines, cambiando el enfoque del emprendimiento.
Para satisfacer esta demanda de productos tejidos, Daniela reclutó a tejedoras locales de Tierra del Fuego, muchas de ellas madres que como ella también enfrentaban diversos desafíos. Además, Maku Wool se destaca por su compromiso con el empoderamiento femenino, eligiendo proveedoras mujeres para las distintas etapas de producción. Este es un sello de la empresa, tratar de conseguir proveedoras mujeres de productos y servicios en todo lo que se pueda, por ejemplo, en el diseño de las etiquetas, quien las imprime, los despachos dentro de Santiago y la fotografía, incluso si esto significa desembolsar un mayor precio, ya que Daniela sabe lo difícil de emprender para otras mujeres y madres como ella. A pesar de los obstáculos, como el dominio masculino en el proceso de hilado de la lana, la empresa sigue firme en sus valores.
Maku Wool fue concebida como una empresa que miraba hacia los mercados internacionales, haciéndose cargo de la estacionalidad de la lana y sus productos. La primera experiencia en este mundo fue a través de un chileno que tenía una tienda de artesanías en Alemania la contactó, realizando así su primer envío hacia ese lugar de Europa. El papeleo y los trámites inherentes a una exportación no fueron nada fáciles y a eso había que sumarle que estábamos en plena pandemia del COVID-19, fue aquí donde otra mujer emprendedora que había pasado por igual proceso se volvió fundamental y la ayudó mostrándole un PowerPoint que ella misma había preparado para enseñar lo básico del proceso de una exportación formal para que alguien que no dominara el tema lo entendiera en fácil. Gracias a la valiosa ayuda de esta exportadora y a su propia dedicación personal, Daniela logró exportar sus tejidos al mercado alemán después de tres meses de reunir la documentación y entender el proceso, obteniendo buenos resultados, los que le han permitido continuar enviando productos de manera más simplificada a través de envíos postales.
El segundo mercado a donde exportaron fue Estados Unidos, donde gracias a una convocatoria de ProChile para artesanías logró participar de una visita comercial, donde surgió la oportunidad de enviar sus productos a una tienda de artesanías en Nueva York, los que se vendieron rápidamente. Daniela optó por simplificar el proceso exportador y ahora hace todos sus envíos a través de servicios postales como Correos de Chile, recibiendo los pagos a través de PayPal y emitiendo la factura de exportación. Bajo este modelo es su compradora quien se hace cargo de los impuestos aplicados a sus productos en territorio estadounidense, ya que Daniela vende bajo la modalidad de venta FOB (Free On Board).
A través del mercado digital, Daniela ha adquirido conocimientos sobre publicidad en línea, plataformas de venta y sistemas de pagos digitales. Sin embargo, destaca la falta de mentores o mentoras especializadas en el proceso de exportación, una brecha que las emprendedoras han comenzado a llenar con redes autogestionadas de apoyo mutuo. Daniela señala como uno de los principales obstáculos al comenzar en las exportaciones es la ausencia de una guía más personalizada. “Hay mucha información disponible sobre cómo exportar, pero si no sabes en qué etapa se encuentra tu empresa, resulta difícil filtrar lo que realmente es útil”. En este contexto, las redes de apoyo entre mujeres han adquirido un gran valor, permitiéndoles ayudarse mutuamente de manera generosa.
El mensaje que nos deja Daniela para otras mujeres es perder el miedo a empezar un emprendimiento propio, romper la barrera del “no puedo” o del “¿qué pasa si no me resulta?”. Perder el miedo y hacer. Incluso perder el miedo al papeleo de una exportación. En definitiva, perder el miedo a hacer las cosas y que no necesariamente todo tiene que estar perfecto para que resulte, una barrera que Daniela identifica como un miedo propio de las mujeres, el miedo a equivocarse y a no cruzar el río hasta que todo esté perfecto. “Sólo hazlo y atrévete”.
Enfusion nació en 2018 gracias a la experiencia transformadora que vivió Daniela Campillay, quien sufrió un accidente que la llevó a conectarse profundamente con las plantas medicinales y el té. Este proceso de recuperación fue clave en su vida, ya que la impulsó a congelar sus estudios de Ingeniería Comercial y a centrarse en su bienestar físico y emocional. En este “viaje”, descubrió una nueva pasión: el té, un recurso que le permitió sanar y conectar con personas de similares intereses. A medida que esta afición se profesionalizó, Daniela comenzó a estudiar sobre el tema y cursó una especialización en té en Argentina.
Al finalizar sus estudios universitarios, Daniela tenía claro que su futuro estaba en su propio negocio. Después de ahorrar algo de dinero y aprovechar el empujoncito que le dio la pandemia del COVID-19, se dedicó por completo a este proyecto. Enfusion tiene mucha conexión con su propio bienestar, su salud y con el ciclo menstrual, lo que muchas veces continúa siendo un tema tabú en nuestra sociedad. Además, la empresa se conecta con las hierbas medicinales y cómo podemos sanar a través de ellas. Chile es el país que más té consume en Latinoamérica y particularmente las chilenas tenemos un conocimiento ancestral sobre este producto y las plantas sanadoras. Daniela había descubierto cuál era su manera de comunicar: el té, las plantas medicinales y la conexión con su salud, su cuerpo y sus ciclos naturales. Nos describe este momento como un fuego que se inició en ella y que desde entonces no se ha apagado.
El camino de Enfusion no ha estado exento de desafíos. Al principio, el proyecto fue un esfuerzo solitario, pero con el tiempo, Daniela incorporó al proyecto a su tía y otras mujeres, de la mano de su visión de crear oportunidades laborales y espacios de trabajo seguros para sus congéneres dándose de manera natural que Enfusion sea un proyecto “por y para mujeres”. Los primeros años fueron difíciles en lo económico, pero poco a poco la empresa comenzó a estabilizarse. Daniela describe el crecimiento de Enfusion como algo orgánico, su talento para crear y dirigir se ha ido dando muy naturalmente junto con la fuerza de sus raíces con vínculos en el pueblo Diaguita, pero también cómo una joven de ciudad se vincula también con sus orígenes. Una vez que vio su propio potencial, Daniela se volvió imparable con su proyecto, con la ambición y la convicción de que en el algún minuto llegaría la retribución.
En un comienzo abastecían a pequeñas cafeterías de Viña del Mar y realizaban ventas a través de su página web que era muy sencilla, es aquí donde la formalización del negocio se hizo indispensable. Luego de dos años, vino el gran salto y Daniela solicitó un crédito en un banco, el que fue aprobado con lo justo, dinero que le sirvió para importar el packaging (que ella diseñó) y para comprar un contenedor que le sirvió de taller y que instaló en un campo. Enfusion seguía creciendo y los fondos del Capital Semilla de SERCOTEC también fueron fundamentales.
Ahí se sumó la tercera colaboradora que hasta el día hoy continúa en la empresa, haciéndose cargo de la relación comercial con las cafeterías clientes. La suma de las colaboradoras le iba permitiendo a Daniela la posibilidad de enfocarse en temas más estratégicos de la empresa, generando financiamiento, haciendo nuevas relaciones comerciales, postulando a fondos, en definitiva, en esta etapa le dieron más libertad para hacer crecer el negocio.
En 2022, Enfusion dio un gran paso al iniciar sus exportaciones y el primer mercado fue Colombia. Daniela, impulsada por su incansable deseo de aprender, se acercó a la oficina regional de ProChile Valparaíso para recibir asesoría y vió la oportunidad de participar en una misión comercial a ese país sudamericano, donde pasó más de dos meses capacitándose con una consultora local que les enseñó mucho sobre del mercado, les entregó conocimientos comerciales, financieros, todos los aspectos a considerar en el proceso de una exportación, incluso temas prácticos como la vestimenta que se recomendaba a la hora de negociar con un/a cliente colombiano/a. Conocer todas estas aristas, le hicieron comprender las limitaciones que pueden enfrentar las mujeres en este ambiente y entender quizás por qué no muchas se aventuran a exportar. En esta misión, Enfusion era la empresa más pequeña y aún así fue la primera que logró concretar una exportación.
En el proceso, han enfrentado dificultades como la negociación con grandes supermercados (lo que describe como un gran acto de valentía) y la complejidad del proceso de exportación (como el envío de la propuesta comercial donde debía detallar los precios FOB de sus productos), pero gracias a su perseverancia, la empresa logró posicionarse en el mercado internacional. En este mismo ámbito, Daniela reconoce el valor de los Acuerdos Económico-Comerciales que ha firmado nuestro país con otros mercados, mencionando que las rebajas arancelarias de sus productos son un factor de ventaja competitiva ante sus clientes en comparación con otros proveedores. “Si no estuviera ese beneficio podrían no escogernos”. Las ganas de Daniela por aprender temas nuevos son admirables y esto la ha llevado también a familiarizarse con los trámites de certificación de origen, aunque reconoce que se hace necesario algún tipo de capacitación que ayudara a las exportadoras a introducirse en los trámites para hacer efectivas las rebajas del pago de aranceles de exportación, las reglas de origen que deben cumplir los productos, los cálculos de valor de contenido regional y otros aspectos técnicos relacionados.
La reflexión de Daniela es que a la hora de exportar hay tanta información disponible que puede resultar agobiante, a todo eso hay que sumarle el hecho de que hay que tener cierto respaldo financiero, un plan comercial, gente que te ayude, capacidad de producción, etc. y enfrentar todas estas exigencias insegurizan principalmente a las mujeres que se enfrentan a ellas.
Con el tiempo, Enfusion ha continuado con su crecimiento, abasteciendo a cadenas de supermercados como Jumbo, Walmart y Tottus en Chile y preparándose para expandirse a nuevos mercados. El gran salto para la empresa vendrá a mediados de 2025, cuando ya debieran estar presentes en las góndolas de Walmart en México y para cerrar este negocio debieron ajustar la producción a las normas internacionales exigidas por el cliente, lo que las forzó a dejar su taller y a instalarse en una planta que construyeron desde cero en un sector industrial en Viña del Mar, marcando otro gran hito para la empresa.
En paralelo, Daniela ha aprovechado las oportunidades de financiamiento y subsidios para impulsar su producción. La certificación sanitaria para el mercado mexicano fue costosa en lo económico y en lo práctico, acá contaron con el apoyo de CORFO y su programa de Fomento a la Calidad (FOCAL) cuyos fondos cubrieron gran porcentaje para lograr certificarse internacionalmente en inocuidad alimentaria.
Enfusion no sólo se ha consolidado como una empresa exitosa en lo comercial, sino que también cumple un rol social importante al emplear a mujeres de la región. A través del Programa Mujeres Jefas de Hogar del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SERNAMEG), la empresa ha dado empleo a mujeres que buscan autonomía económica, generando un excelente ambiente laboral y motivación entre las colaboradoras. El equipo de Enfusion está completamente formado por mujeres, siendo uno de los valores identitarios de la empresa, pero Daniela también reconoce el aporte del equilibrio en los equipos de trabajo y nos cuenta que pretenden en un futuro cercano dar más oportunidades laborales a personas capaces, sin importar el género.
A medida que Enfusion sigue creciendo, los desafíos también aumentan. En 2024, la empresa realizó su sexta gira de negocios junto a ProChile, giras que a lo largo de los años le han permitido explorar mercados en Estados Unidos, México, Colombia, Costa Rica y Paraguay. En todos estos mercados, los productos de Enfusion llaman la atención y tienen buena recepción. Los siguientes pasos, luego de México, serán en Centroamérica y Estados Unidos, siguiendo las etapas del plan de trabajo de exportación de la empresa. Actualmente, están a la espera de las últimas certificaciones para el mercado mexicano y, además, están próximas a recibir una máquina embolsadora de té, que implicará la evolución de la oferta, pasando de vender infusiones y té en hebras al formato en bolsitas.
La expansión de Enfusion también impulsa el crecimiento de su red de proveedores locales y ese está siendo otro gran desafío. Estos proveedores son diversos, desde pequeñas comunidades en el sur de Chile, hasta grandes productores certificados lo que es una exigencia en algunos mercados de destino. La producción se abastece de insumos 100% naturales, insumos que también son estacionales, que dependen del clima y que no se pueden asegurar de una temporada a la otra, pero a pesar de estas características están intentando llevar a cabo planificaciones anuales, algo que antes no hacían.
Daniela, lejos de abrumarse con la rápida evolución de Enfusion, se entusiasma aún más con su empresa y el aprendizaje ha sido dejarse fluir. Siente que esta es su misión y esa convicción la ayuda a asumir con naturalidad estos grandes desafíos, sacando la fuerza que siente que le fluye desde sus predecesores, no dejando de ser difícil. Ahora está enfocada en buscar más financiamiento para el crecimiento de su empresa, inversionistas pasivos y también inversionistas ángeles que puedan participar en el directorio de Enfusion. La Red de Mujeres Empresarias ha sido un gran apoyo para capacitarse en el tema de levantamiento de capital y en la generación de redes de contactos, de hecho, ahí conoció a su actual asesor financiero. Incluso la Red tiene un programa de levantamiento de capital, donde Enfusion fue la ganadora del pitch que hicieron varias empresas.
El mensaje de Daniela y su historia es atreverse y no autoimponerse límites. Si se tiene la visión hacia donde se quiere llegar y lo que se quiere lograr, los desafíos son parte del proceso. Sirve mucho apoyarse en las herramientas disponibles en diversos organismos, Daniela considera que sola habría sido mucho más difícil, ya que la ayudaron a tener contactos, financiamiento y a entender cómo funcionaban las exportaciones. Lo bonito de las empresas pequeñas es que, al estar presente en todos los procesos, incluso en las operaciones de comercio exterior, todo resulta en un aprendizaje. Las dificultades y los desafíos van quedando como experiencias ganadas y así lo relata Daniela, quién además reconoce como un valor de las mujeres la responsabilidad y compromiso con que nos tomamos las tareas asumidas, preocupándonos de cada detalle.
Daniela nos dice: “Hay que ser metódicas, ir cumpliendo mini tareas que te llevan a conseguir el objetivo final. Si bien el desafío es grande, hay que ir paso a paso entendiendo cómo funciona”. Complementa con que es necesario hacer una evaluación de dónde está parada la empresa y así ir avanzando un 1% todos los días en las necesidades de la empresa. “Atreverse y no limitarse con estos desafíos que pueden parecer grandes, porque finalmente son puro crecimiento y expansión, tanto para una como fundadora y también para las colaboradoras. El impacto es tremendo para ellas, sus familias y la comunidad”.