En los últimos 20 años la inversión chilena directa materializada en el exterior alcanzó la suma de US$ 56.789 millones, distribuidos en más de 70 países de América, Europa, Asia, Oceanía y África, según el estudio La inversión directa de capitales chilenos en el mundo 1990-2010, realizado por la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON).
Durante el período 1990 2010, Argentina continuó siendo el principal receptor, pese a la tendencia decreciente de los últimos años. En 2010, captó sólo un total neto de US$ 56 millones de capitales chilenos.
En Brasil, por el contrario, las inversiones directas chilenas muestran una curva ascendente. En 2009 fue el principal receptor de capitales chilenos y el año 2010, pese a ocupar el tercer lugar tras Perú y Colombia, concentró inversiones chilenas por US$1.177 millones.
En los tres últimos años se ha incrementado la presencia chilena en territorio peruano, tanto en número de proyectos como de los volúmenes de la inversión. Particularmente durante 2010, cuando el 42% del total invertido por Chile en el exterior tuvo como destino ese país (correspondiente a US$1.829 millones), convirtiéndolo en el principal receptor de capitales chilenos ese año.
En Colombia, en tanto, continúa siendo significativo el arribo de empresas chilenas. Luego de las sustanciosas inversiones realizadas en el rubro Energía hacia fines de los 90, en los últimos tres a cuatro años las cifras evidencian el creciente interés de los inversionistas chilenos por aumentar su presencia en ese mercado, especialmente en los sectores de servicios, industria y energía. En 2010 Colombia ocupó el segundo lugar como receptor de capitales chilenos con US$ 1.684 millones.
Principales sectores
Como muestran las cifras de los últimos 20 años, la distribución sectorial de estas inversiones directas en el exteriores fiel reflejo de las capacidades competitivas desarrolladas en Chile, tanto en materia de servicios, uso eficiente de recursos naturales, como en la generación de valor agregado industrial.
Se puede señalar que la expansión de la inversión chilena directa es horizontal, en el sentido de que se continúa haciendo en el extranjero lo que se hace bien dentro del país, explica el informe.
Los capitales chilenos en el exterior, en los últimos 20 años, se han dirigido principalmente hacia los sectores de servicios (40%), energía (28,8%) e industria (23,1%).
Inversión Chilena en 2010
En tanto, el año pasado la inversión chilena directa en el exterior alcanzó los US$4.488 millones, un 8,6% menos respecto a lo registrado en 2009, cuando alcanzó US$ 4.910 millones.
El estudio constató que esta baja se debió a una serie de factores, entre ellos el reordenamiento de la presencia de algunas empresas en el exterior y la venta de activos a capitales de otros países. Ese fue el caso de Parque Arauco en Alto Palermo, Argentina; la venta de Farmacias Ahumadas a la cadena Mexicana Casa Saba; y la venta de la participación de Enersis en las empresas Compañía Americana de Multiservicios (CAM) y de Synapsis Soluciones y Servicios IT, por nombrar algunos.
Las inversiones en el exterior han permitido que un importante número de empresas nacionales se posicionen en el mercado mundial como verdaderos Global Players. Así, hoy las empresas chilenas se cuentan entre los 10 principales productores de madera aserrada en el mundo; son el 3er operador de retail en América Latina; ocupan el 4º lugar en la producción mundial de celulosa y ácido bórico.
La producción de empresas controladas por capitales chilenos controla el 30% de la producción mundial del litio y sus derivados, el 33% del mercado mundial del yodo, el 35% de mercado mundial de procesamiento de Molibdeno y el 47% del mercado mundial de nutrición vegetal de especialidad. Empresas vinculadas a capitales provenientes desde Chile representan el 37% de la carga aérea de América Latina, un 0,6% de tráfico aéreo mundial y un 10% de las utilidades de la industria aérea mundial. Adicionalmente, Las empresas chilenas hoy se posicionan a nivel mundial como uno de los mayores fabricantes de ánodos para la electro recuperación de cobre y zinc.