LOS DESAFÍOS DE LA OMC CON MIRAS A LA REUNIÓN MINISTERIAL DE BALI

09/06/2013

“Si logramos aprobar estas medidas en Bali, especialmente las orientadas a la facilitación del comercio, habría hasta 400 mil millones de dólares de mayor flujo comercial, lo que desde el punto de vista económico es rentable. De esa cifra el 65% sería para países en desarrollo", explicó el Embajador Matus.

 

 

 

 

 

El 5 de junio, en dependencias de la DIRECON, el embajador de Chile ante la OMC, Mario Matus, realizó una charla a los funcionarios de la institución y de otros organismos públicos, así como a representantes del sector privado, con el fin de explicar el escenario que enfrentan hoy las economías del mundo.

En su presentación, el embajador hizo un recuento de lo que ha sido el comercio y la creación de los sistemas multilaterales luego de la segunda guerra mundial, enfatizando la necesidad que las normas que estos establecen se vayan actualizando a medida que la sociedad internacional evoluciona. 

“Nunca en tan poco tiempo habíamos presenciado el resurgimiento de naciones con tanto poder desde el punto de vista comercial, como es el caso de China e India. Este hecho invita a adecuar las normas a esta nueva realidad. Hoy en los organismos internacionales hay valores y visiones distintas, hay, por ejemplo, algunos que valoran la democracia y otros la estabilidad social y este es un desafío que debemos enfrentar en las distintas organizaciones, incluida la OMC”, afirmó Mario Matus

En la misma línea, explicó el rol y postura que Estados Unidos, la Unión Europea, China, India, Sudáfrica, Rusia y Brasil, juegan actualmente en el sistema multilateral y cómo consensuar sus visiones e intereses es fundamental para que la OMC logre sacar adelante un paquete reducido de medidas orientadas a destrabar la Ronda de Doha, en la reunión ministerial que se realizará en diciembre de este año en Bali. 

“Si logramos aprobar estas medidas en Bali, especialmente las orientadas a la facilitación del comercio, habría hasta 400 mil millones de dólares de mayor flujo comercial, lo que desde el punto de vista económico es rentable. De esa cifra el 65% sería para países en desarrollo. Además, se establecería un nuevo estándar mundial en materia de procedimientos aduaneros, que va a permitir que el comercio de bienes fluya más libremente”, destacó el embajador Matus.

Nuevo Director General de la OMC y su rol para revitalizar a la organización

La elección de Roberto Azevêdo como Director General de la OMC, también fue abordada en la charla dada por el representante de Chile ante la OMC. Así fue como destacó que la habilidad del brasileño para articular acuerdos, entrega esperanzas  en que la negociación en diciembre llegará a buen término.  

“Lo que ocurra en diciembre es fundamental para el futuro del multilateralismo. Si llegamos a acuerdo, rompemos la tendencia de  que no se puede negociar en materia comercial multilateral y se refuerza lo que hoy está muy debilitado que es el pilar de negociación de la OMC. Si no lo logramos estaríamos en un gran problema, pues significaría que la OMC estaría semiparalizada en su rol de creación de nuevas reglas, erosionando aún más la credibilidad del sistema”, advirtió.

Justamente, frente a los cuestionamientos a la credibilidad, Matus comentó que éstos radican en que, en este nuevo escenario, donde hay más actores que tienen poder en términos de comercio hay dos grandes miradas. Una tradicional que plantea que las reglas del comercio tienen que ser universales, obligatorias, con mínimas excepciones y orientadas hacia la competencia y el libre flujo de bienes y servicios. Esta visión está representada por un número minoritario de países, pero que representa sobre el 60% del PIB mundial. Ellos afirman que las nuevas reglas y disciplinas se deben desarrollar ya sea  “dentro o fuera” de OMC. 

Por otro lado, también hay  una corriente que está liderada por países en desarrollo que plantean que las normas actuales fueron “impuestas” y que no satisfacen las necesidades de desarrollo de estos países y creen que el consenso de Washington fracasó en evitar y solucionar las crisis económicas y financieras de la segunda década del siglo XXI. 

Para terminar su exposición, Mario Matus habló de las alternativas de Chile en el futuro, destacando la buena imagen que tiene a nivel internacional y su capacidad de influencia en distintos foros. Así también recomendó que Chile no debiera quedarse ajeno de participar en discusiones de distintos bloques plurilaterales, pues se van desarrollando nuevas disciplinas que eventualmente nuestro país va a tener que adoptar y es mejor que participe desde la génesis de las discusiones previas, para así poder influir en las mismas. 

 

 

 

 

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