El Director de Asuntos Económicos Bilaterales, Pablo Urria, hace un positivo balance de la administración del TLC entre Chile y Corea del Sur, tras diez años de vigencia. Hace hincapié en los desafíos de ambos gobiernos que apuntan, entre otros, a iniciar un proceso de profundización del TLC, que permita incentivar un mayor crecimiento del comercio bilateral y que otorgue preferencias arancelarias a productos actualmente excluidos del Acuerdo.
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¿Cuál es el balance que se hace de la relación económica comercial con Corea del Sur a 10 años de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC)?
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El TLC entre Chile y Corea, que cumplió 10 años de vigencia, marcó un hito al ser el primer acuerdo de libre comercio firmado entre un país latinoamericano y uno asiático. Además, significó un paso fundamental en la penetración de Chile en la región de Asia Pacífico. En líneas generales podemos decir que gracias a este acuerdo, desde el 2003 al 2013, el crecimiento promedio anual del intercambio comercial fue de 16%, llegando a los US$ 6.974 millones el último año, lo que ubica a Corea como el sexto socio comercial de nuestro país en el mundo.
¿Cuáles son los principales beneficios que ha conllevado este Acuerdo para Chile?
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Los beneficios son muchos. Primero, nos abrió las puertas de forma preferencial a un mercado de 50 millones de personas, con un ingreso per cápita de US$ 33.189 (PPP). Esto generó amplias oportunidades para el comercio bilateral. Por dar un par de ejemplos, gracias al TLC, 11.720 productos chilenos pueden ingresar hoy con arancel cero al mercado coreano. Asimismo, la entrada en vigencia del Acuerdo permitió un aumento significativo en el número de empresas chilenas que exportan a ese país, las que crecieron 128%, pasando de 288 en 2003 a 658 en 2013.
¿Qué rol juegan las exportaciones no tradicionales en el TLC?
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Si bien es cierto, las exportaciones de cobre han jugado un rol destacado, es muy relevante el dinamismo experimentado de las exportaciones no cupríferas. Tanto es así que entre el 2003 y 2013, las frutas fueron el sector que más incrementó sus envíos, los que se expandieron 29%, seguidas por bebidas y tabaco (26%), y por alimentos (15%).
Ciertamente, esta situación podría ser aún más auspiciosa, ya que el 2013 y 2014 se cumplieron calendarios de desgravación para productos relevantes del sector, como jugos de fruta, diversas carnes, algunos pescados, huevos de ave, frutas, preparaciones de alimentos, etc. Estimamos que este factor estimulará las exportaciones de este tipo de productos a Corea del Sur.
Y, entre los nuevos productos más exportados el 2013, destacan los arándanos, filetes de jibia, carnes porcinas, nueces, etc. Para el sector, fue muy importante la aprobación del protocolo sanitario para la exportación de carne bovina, así como las autorizaciones para exportación de arándanos frescos. En ese sentido, hay un trabajo muy estrecho que se realiza con el Ministerio de Agricultura.
¿Cuáles son los desafíos pendientes con miras a seguir profundizando el comercio con ese país?
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El principal desafío en la relación bilateral es profundizar el TLC; de allí que una línea de trabajo apunta a diversificar la canasta exportadora de Chile a Corea del Sur. Para lograr aquello, es clave que ambos países inicien un proceso de profundización que incorpore los productos que no gozan de preferencias arancelarias. Dentro de estos productos destacan los productos incluidos en la Categoría “Doha Development Agenda” o “DDA”, una canasta de 370 productos, en su mayoría de carácter agroindustrial los cuales son de gran interés para nuestro sector exportador.
Por otra parte, es importante conseguir la aprobación de nuevos protocolos sanitarios; en donde actualmente se encuentran en proceso de aprobación las cerezas. Asimismo, se está viendo la posibilidad de convocar una nueva reunión del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, lo cual permitirá avanzar en las conversaciones en temas sanitarios y fitosanitarios entre ambos países.