Así lo manifestó ayer el Director de la Direcon, Andrés Rebolledo, al exponer la visión del país en torno a su vinculación con este bloque económico sudamericano, en el marco de la Cumbre de Mercosur que se desarrolla en Caracas, Venezuela. Resaltó también el concepto de convergencia en la diversidad, que permita un mayor vínculo entre los países del Pacífico y del Atlántico en la región.
“Esta Cumbre es un momento para reafirmar nuestra histórica voluntad integracionista y la prioridad que tienen nuestros vínculos con la región. A Chile lo convocan ideales de unión e integración, que guían nuestra participación en distintos foros en los cuales estamos promoviendo la complementariedad”, precisó.
Añadió que “por ello, hemos planteado la convergencia en la diversidad, porque creemos que tenemos el desafío político de encontrar pisos de entendimientos y construir puentes que fortalezcan, en definitiva a la región en un mundo de bloques en que debemos reforzar nuestras capacidades objetivas”.
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“Chile muy tempranamente valoró la importancia del MERCOSUR y desplegó iniciativas para formalizar un Acuerdo de Asociación. En efecto, el Acuerdo de Complementación Económica N°35, establecido en el marco de la ALADI, se encuentra vigente desde 1996. A partir de este año, el comercio de todos los bienes intercambiado entre Chile y el MERCOSUR goza de arancel 0%. Solo resta alcanzar este estándar en nuestro comercio con Venezuela”, expresó Rebolledo.
En este sentido valoró los beneficios que ha traído el Mercosur para el comercio chileno, en particular para los pequeños y medianos empresarios, ampliándose el envío de manufacturas.
En su intervención, Andrés Rebolledo, puso también énfasis en la necesidad de fortalecer el Acuerdo de Asociación entre Chile y Mercosur. En este sentido planteó entre los desafíos, la necesidad de contar con un mecanismo regulatorio que otorgue seguridades al movimiento de los servicios e inversiones; además de profundizar compromisos en infraestructura y facilitación del transporte para hacer efectivo los corredores bioceánicos. “Esta es la gran tarea que permitiría que los países del Atlántico puedan acceder a los mercados del Asia y el Pacífico en condiciones más efectivas, a menores costos y con mayor agilidad”, resaltó.
Dijo asimismo que el mejoramiento de la posición competitiva de la región en el mundo requiere también esfuerzos de integración en los ámbitos de la energía, comunicaciones, ciencia, tecnología, cadenas de valor e internacionalización de las Pymes.
Por último, reiteró la idea de desarrollar áreas de convergencia entre MERCOSUR y la Alianza del Pacífico, “tanto para mejorar nuestro posicionamiento en la economía mundial, así como para fortalecer la posición negociadora de América Latina en los diferentes organismos económicos internacionales”.
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