Con un completo repaso al trabajo de los diferentes comités técnicos y una revisión de los principales avances en la implementación del pilar comercial del Acuerdo de Asociación, concluyó hoy en Bruselas la reunión de Coordinadores de Comercio de Chile y la Unión Europea (UE).
De acuerdo a lo señalado por el
Director de Asuntos Económicos Bilaterales de la Direcon, Pablo Urria, quien encabezó la delegación de Chile, el balance que se puede hacer tras 13 años de vigencia del acuerdo es muy positivo pues “Chile y la UE se reconocen mutuamente como socios estratégicos, con una relación comercial profunda, caracterizada por la confianza, lo que permite resolver con espíritu positivo las naturales diferencias que en la implementación de un tratado tan amplio como éste se presentan”.
En ese sentido, Urria destacó las decisiones adoptadas en el marco de la reunión, como la Enmienda del Anexo sobre Compras Públicas; la Enmienda al Artículo 12 del Anexo III sobre Transporte Directo; y la Enmienda al Apéndice II del Anexo III sobre Reglas Específicas, las cuales permitirán facilitar los intercambios bilaterales.
Asimismo, se analizó la situación actual del comercio entre las partes, coincidiendo en que las cifras siguen siendo muy positivas, a pesar de ciertas coyunturas desfavorables. Se destacó la importancia de las inversiones para la buena marcha de la relación bilateral -el bloque comunitario es el primer inversor extranjero en Chile- y la UE relevó el hecho que compañías chilenas hayan materializado inversiones en el mercado europeo.
Por otra parte, de manera paralela a la reunión de Coordinadores de Comercio, Chile y la UE intercambiaron puntos de vista acerca del espíritu que debe guiar al proceso que actualmente está en marcha para la modernización de los aspectos comerciales del acuerdo. En ese contexto, Pablo Urria manifestó que “ahora en Bruselas hemos dado continuidad a las conversaciones que ya hemos sostenido con la Comisión Europea, compartiendo nuestro interés en profundizar temas como acceso a mercados, impulsar el comercio de servicios y crear un ambiente propicio para facilitar las inversiones”.
El Acuerdo de Asociación con la UE fue uno de los primeros tratados de cuarta generación firmados por Chile, el que incluye tres grandes áreas: político, cooperación y uno económico–comercial. Dicho tratado creó una institucionalidad que favoreció el desarrollo del comercio y las inversiones, puesto que estableció reglas claras para su fomento y desarrollo.
Intercambio comercial
En el período 2003-2014, el comercio bilateral entre Chile y la Unión Europea creció a un ritmo promedio anual de 9%. El año pasado, la Unión Europea fue el tercer socio de Chile, significando un 14% del comercio exterior nacional. Entre los principales destinos de los envíos chilenos, la Unión Europea se ubicó en el segundo puesto, después de China, y como proveedores en el tercer lugar.
En los primeros nueve meses de 2015, el intercambio comercial de Chile con la Unión Europea totalizó US$ 13.390 millones, con una variación negativa de 17% respecto del mismo período de 2014.
En el período, las exportaciones chilenas a ese mercado totalizaron US$ 6.522 millones, es decir, un 23% menor a las de enero-septiembre de 2014, contrayéndose en todos los sectores, excepto el silvoagropecuario.
La caída más pronunciada se dio en la minería, que disminuyó en US$ 1.234 millones sus ventas a la Unión Europea, debido principalmente a la reducción de 28% de los envíos cupríferos. Las importaciones chilenas desde la Unión Europea totalizaron US$ 6.868 millones entre enero y septiembre de 2015.
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