Esta mañana, el director general (S) de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería (Direcon), Pablo Urria, en conjunto con la directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), Claudia Carbonell, lanzaron el Proyecto “Cooperación técnica sobre la medición de huella de carbono y manejo de plagas y enfermedades, en productos de exportación no tradicional adaptados a condiciones de escasez hídrica”.
El Proyecto, que cuenta con aportes del Fondo de Cooperación Chile-México, tiene por objetivo contribuir a la adaptación y mitigación al cambio climático, mediante la formación de redes de colaboración bilateral, orientadas a la generación de lineamientos, programas, metodologías o buenas prácticas ambientales. En esa línea, Pablo Urria señaló que “la iniciativa proveerá asistencia técnica y permitirá fortalecer la competitividad al sector exportador no tradicional”. En ese marco, destacó los beneficios que se producen cuando dos socios comerciales, como Chile y México, desarrollan este tipo de iniciativas “a través de una relación comercial que se ha consolidado progresivamente, lo que nos ha permitido converger en ideas y miradas comunes, expresadas, por ejemplo, en foros de participación como la Alianza del Pacífico o en mega acuerdos estratégicos, como el Tratado Transpacífico (TPP)”.
La directora de Odepa, Claudia Carbonell, explicó que: “el Proyecto fue presentado y adjudicado a Odepa y Direcon, en el marco de la convocatoria 2015 del Fondo Conjunto de Cooperación Chile-México. Ésta es una práctica de cooperación innovadora en la temática de cambio climático, ya que intercambiaremos experiencias en materia de alertas tempranas para la prevención de plagas y enfermedades”.
Claudia Carbonell agregó que es importante el rol que cumplirá el SAG en el desarrollo de este proyecto, por las competencias que tiene esta institución.
Cabe destacar que este proyecto le permite a Chile intercambiar experiencias y conocimiento, tanto para los productores en terreno como para los profesionales chilenos en esta materia, de manera tal de generar capacidades locales.
A la cita, concurrieron el Jefe del Departamento de Cooperación Horizontal de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Eugenio Pössel; el Encargado de Negocios y Representante de la Embajada de México en Chile, Óscar Esparza y autoridades del SAG, INIA, Ministerio de Medio Ambiente, ProChile, además de expertos de organismos regionales e internacionales y representantes del sector privado.
Durante la actividad, Esparza señaló que “sin lugar a dudas este proyecto contribuirá a fortalecer los lazos que existen y a generar un beneficio para ambos países”. En tanto, Eugenio Pössel expresó que están muy contentos que “el Fondo pueda servir de herramienta para el trabajo cooperativo, en un tema de tanta relevancia como es el cambio climático”.
En línea con el proyecto, Ignacio Donoso, de la empresa Frülz, compartió su experiencia en la exportación de productos no tradicionales, en su caso la granada.
El Proyecto
Conducido en Chile por Odepa y Direcon, y en México Sagarpa, el proyecto contribuye a la adaptación y mitigación al cambio climático, mediante la formación de redes de colaboración bilateral y busca fortalecer capacidades que promuevan tres grandes áreas: la gestión de las emisiones de gases efecto invernadero; en segundo lugar, el uso de plataformas de información de plagas y enfermedades para generar alertas tempranas, en distintos escenarios climáticos y, por último, el fomento de las exportaciones de productos agrícolas no tradicionales.
En ese marco, se incluyen estudios y pilotos, que permitirán desarrollar una metodología en la aplicación de los sistemas de cálculo de huella de carbono, la cual se focalizará en productos de exportación no tradicional, como las frutillas o las fresas (berries) y también de aquellos productos agrícolas adaptados a condiciones de escasez hídrica, como las tunas, pitahayas, granadas, higos y quínoa. Estas medidas potenciarán la capacidad exportadora de dichos productos y de paso, se fomentaría la adaptabilidad del sector productivo de ambos países al cambio climático, debido a que se estaría diversificando la oferta exportadora.
Cabe señalar que ya se tiene planificada una primera actividad de implementación, relativa al intercambio de expertos en el área de huella de carbono, la que se realizaría en julio próximo.