Santiago, 25 de mayo 2017. Los acuerdos de exención a la doble tributación son instrumentos claves para estimular los flujos de comercio e inversiones de Chile con toda la región, por lo cual la DIRECON junto a las cámaras de comercio binacionales de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú, México y Uruguay, además de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), organizaron un seminario orientado a destacar sus alcances.
El evento contó con la exposición central de Liselott Kana, Jefa del Departamento de Normas Internacionales del Servicio de Impuestos Internos, y una de las principales negociadoras de estos instrumentos. Su intervención abordó los diversos acuerdos suscritos con países de América Latina, considerando que todos tienen estructuras similares.
Según explicó Mario Benavente, jefe del Depto. de Inversiones de Chile en el Exterior, la idea es resaltar los principales contenidos de los acuerdos internacionales en materia de tributación suscritos por Chile, así como sus efectos para el fomento de las inversiones directas y el comercio recíproco.
“En el marco de nuestro trabajo y en el contacto con las empresas, detectamos la necesidad de dar una mayor difusión a este sistema, que en la práctica es un complemento muy importante a los tratados de libre comercio, cuyos alcances pueden ayudar mucho a la expansión del comercio y las inversiones chilenas en el exterior”, manifestó Benavente.
De hecho, la inversión directa de empresas chilenas supera ya un cuarto de siglo expandiéndose en el exterior, marcada por un fuerte dinamismo en el plano regional. Entre 1990 y diciembre 2015, la inversión materializada en el exterior alcanzó la suma de US$ 106.604 millones, distribuida en más de 60 países de América, Europa, Oceanía, Asia y África. De este total cerca de un 83,6 % está concentrado en América Latina y El Caribe.
Se estima que en la actualidad existe un número superior a las 1.200 empresas chilenas ejecutando más de 3.000 proyectos en el exterior, según información levantada por DIRECON. Así, la integración de Chile a la economía mundial se materializa no sólo con los acuerdos comerciales de bienes y servicios, sino también a través de una activa participación en el movimiento de capitales vinculados de manera directa a la creación de valor en diversas latitudes.