“OECD Tackling Coronavirus: Women at the core of the fight against COVID-19 crisis” Resumen ejecutivo
05/04/2020
Principales repercusiones en diferentes ámbitos:Responsabilidades de cuidado
Las mujeres juegan un rol fundamental en la respuesta sanitaria al COVID-19, ya que se estima, a nivel global, que dos tercios de la fuerza laboral en el área de la salud está consituido por mujeres, representando aproximadamente
un 85% en la profesión de enfermería en 104 países en los que existe data disponible.
En este sentido, las medidas de confinamiento, el cierre de escuelas y salas cuna propiciará un aumento significativo del trabajo doméstico no remunerado, labor que ha sido tradicionalmente asumida por las mujeres.
Se estima que el COVID-19 agravará las cargas de trabajo no remunerado para las mujeres.
Empleo y remuneración
En el contexto actual, las brechas de género en el empleo pueden propiciar una mayor vulnerabilidad para las mujeres. Es más, las actividades económicas que serán más afectadas son las que emplean más
mujeres que hombres, como lo son el transporte aéreo, turismo, retail y los servicios de hotelería. Sin perjuicio de ello, es díficil predecir cuáles serán los efectos a largo plazo; dependerá en gran
medida de la intensidad y duración de las medidas de contención, así como la profundidad de la contracción económica.
Por su parte, los trabajadores independientes y las Pymes están en el centro de la crisis actual, puesto que serán los más afectados por la interrupción en la cadena de suministro. A este respecto, la evidencia disponible
muestra que las empresas que son lideradas por mujeres tienen menores niveles de capitalización, lo que sugiere que están expuestas a mayor riesgo de cierre al enfrentar períodos extensos con reducidos o nulos ingresos.
Las mujeres de los países en desarrollo son las que se encuentran en mayor medida en situación laboral informal.
Medidas de confinamiento y violencia de género
La evidencia disponible a partir de crisis pasadas y desastres naturales, muestra que las medidas de confinamiento incrementan o bien propician primeros episodios de violencia doméstica. Las restricciones de movimiento impiden a las víctimas
buscar refugio, o pedir ayuda a líneas de emergencia.
Alternativas en Políticas de respuesta
Ofrecer apoyo financiero directo a trabajadores que deben ausentarse; otorgar subsidios a empleadores que financian permisos de ausencia.
Ampliar el acceso al beneficio de desempleo a trabajadores en condiciones atípicas de empleo.
Facilitar el acceso a beneficios focalizados en familias de bajos ingresos, específicamente en hogares monoparentales.
Suspender órdenes de desalojo forzado, postergar el pago de hipotecas y servicios públicos.
Para economías emergentes y en desarrollo, es importante fortalecer el apoyo a los ingresos de trabajadores que han sido despedidos. En el corto plazo, un alternativa consiste en ampliar la asistencia social a todos los hogares que experimentarán
una disminución de sus ingresos, mientras que otra opción consiste en realizar transferencias en dinero o especies para grupos vulnerables, sujeto a la acreditación de situación socieconómica.
Para el caso de las pymes se sugieren medidas que apunten a otorgar facilidades financieras, mediación en el ámbito de adquisiciones y postergación de pagos, programas de mentoría o capacitación a la medida de
las Pymes, así como asegurar diálogos público-privados para que las pequeñas empresarias puedan manifestar sus preocupaciones y prioridades al momento de contemplar reformas de política pública.
Hasta el momento, ningún gobierno ha implementado acciones específicamente focalizadas en mujeres emprendedoras.
Para enfrentar la violencia de género y promover el acceso a la justicia, es necesario asegurar a las víctimas de violencia una atención integral en diversas esferas, tales como servicios de salud, seguridad social, educación,
empleo y justicia, teniendo especialmente en cuenta su seguridad en la trancisión a formas de comunicación electrónicas durante la pandemia.
Incorporar procesos de evaluación de impacto en función del género y herramientas acordes para gestión de emergencias, para lo que se requiere la transversalización de género, acceso a data desagregada
por sexo en todos los sectores y habilidades técnicas. Asimismo, contar con un presupuesto con enfoque de género contribuye a asegurar que la perspectiva de género se considere en las medidas de estímulo fiscal.
Es importante acelerar medidas para potenciar el rol y la cantidad de mujeres en los procesos de toma de decisión, incluyendo la prevención y respuesta al COVID-19.