OCDE: transversalización del enfoque de género en el trabajo de la Organización

30/11/2021

30 de noviembre 2021. Desde 2001, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), ha incorporado de manera sistemática políticas específicas que apuntan a la transversalización de la perspectiva de género, tanto dentro de la propia Organización, como en los comités y grupos de trabajo –quienes deben incluir la perspectiva de género en sus mandatos, programas y presupuestos.[1]. Destacan las denominadas: “Hacia la gestión de excelencia en la OCDE: Igualdad de oportunidades” y el “Marco de la OCDE para la transversalización de género”.[2] Este último llama a incorporar consideraciones de género en todas las áreas relevantes de la Organización, es decir en la formulación, monitoreo, evaluación y comunicación de recomendaciones de políticas, así como también en la recopilación, evaluación, análisis estadístico y en el diseño e implementación de proyectos.

Así, la equidad de género se ha convertido en una materia de gran importancia para los países miembro de la OCDE, quienes han apoyado decididamente las iniciativas del Secretariado. En esta línea, en 2010 tuvo lugar el lanzamiento de la iniciativa de Género de la OCDE, con el objetivo de ayudar a los gobiernos a promover la igualdad de género en educación, empleo y emprendimiento, con miras a alcanzar mayores tasas de crecimiento tras la crisis subprime. Dicha iniciativa fue el impulso catalizador de la “Recomendación sobre equidad de género en la educación, el trabajo y emprendimiento” (adoptada en 2013),[3] y de la “Recomendación sobre equidad de género en la vida pública” (adoptada en 2015).

Esta última, de gran impacto en Chile, ya que, a partir de ella, se han adoptado medidas concretas para mejorar el acceso de las mujeres a cargos de liderazgo y toma de decisiones. Ejemplos de lo anterior son iniciativas como las cuotas de género en las listas parlamentarias (2016) y la ley de paridad de género (2021), que establece que la representación de un mismo género no exceda el 60% en los directorios de las empresas públicas y sociedades del estado, además del lanzamiento del Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile y el Registro de Mujeres para Directorios, que busca incentivar la incorporación de más mujeres a cargos de alta responsabilidad en el ámbito público.

 Ambas recomendaciones son regularmente evaluadas por la OCDE, quien además realizó una sistematización de los principales hallazgos y recomendaciones desde su aplicación en la publicación denominada “The Pursuit of Gender Equality: an uphill battle”.

Un marco para el análisis del Género y Comercio

Con el fin de implementar políticas comerciales que promuevan eficazmente el empoderamiento económico de la mujer, la OCDE ha propuesto un marco de análisis para evaluar los efectos de las políticas comerciales en las mujeres con miras a proveer insumos y datos que permitan la formulación de políticas públicas. El informe aborda las interacciones entre género y comercio en tres roles económicos específicos de la mujer: en cuanto trabajadoras, consumidoras, y emprendedoras.

Trabajadoras: Si bien el número de mujeres que trabajan en sectores dependientes de las exportaciones ha aumentado en la última década en los países OCDE, ello ha ocurrido a un ritmo menor que la participación de los hombres. Las mujeres tienden a trabajar en sectores menos orientados a la exportación, especialmente en los servicios.

 Consumidoras: En lo que respecta al consumo, eliminar las barreras al comercio para reducir los precios y aumentar la variedad de productos disponibles, impacta positivamente en los hogares vulnerables y de menores ingresos, frecuentemente liderados por mujeres. Ello es especialmente relevante en los sectores con aranceles elevados, como algunos alimentos básicos y productos agrícolas.

 Emprendedoras: el acceso al crédito y al financiamiento continúan siendo una de las principales barreras que enfrentan las mujeres, tanto para iniciar y hacer crecer sus negocios, como para expandirse a los mercados internacionales. Ello, sumado a la carga desproporcionada de trabajo no remunerado, se traduce en menores oportunidades, herramientas y recursos de apoyo para desenvolverse en la esfera empresarial. Además, las empresas lideradas por mujeres son en general más pequeñas que las administradas por hombres, y por tanto las barreras administrativas y logísticas implican costos más altos para las primeras.

 El marco propuesto por la OCDE permitirá analizar el impacto de las políticas comerciales para hombres y mujeres y contribuir al diseño de políticas, programas y herramientas que garanticen y apoyen el empoderamiento económico de la mujer en el comercio apoye. Entre otras medidas, el informe menciona la implementación de políticas nacionales complementarias a las políticas comerciales; formas de integrar disposiciones relativas al género en tratados de comercio; y políticas de promoción comercial de apoyo a las mujeres para que puedan beneficiarse plenamente de los beneficios del comercio exterior.

 El marco de comercio y género es utilizado por la OCDE para analizar la situación de las mujeres trabajadoras, consumidoras y emprendedoras, así como para determinar la forma en que éstas se ven impactadas por el comercio. Estos análisis darán lugar a un estudio llamado Revisión de Género y Comercio, el cual recomienda políticas y programas para apoyar la internacionalización de empresas lideradas por mujeres y disminuir las barreras en su participación. La primera Revisión, actualmente en curso y cuya fecha estimada de publicación es 2022, es sobre Nueva Zelanda.

 Grupo de Trabajo sobre gobernanza y transversalización de género

Las materias de género en la OCDE son abordadas específicamente en el marco del denominado “Working Party on Gender Mainstreaming and Governance” bajo la tutela del “Public Governance Committee” con apoyo del Directorado de Gobierno Público. Este grupo, creado el 17 de abril de 2019, tiene por objetivo discutir e impulsar medidas para la transversalización del enfoque de género en los Estados miembro a fin de maximizar su crecimiento económico y competitividad.

 En este contexto, Chile ha tenido la oportunidad de presentar su experiencia y colaborado en el desarrollo de diversos estudios. Destaca el informe titulado “Strengthening governance and survivor-centric approaches to eliminating gender-based violence: Towards a framework” (2020), y más recientemente el estudio sobre Igualdad de género en Chile: “Hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado”.

 Este último, lanzado en julio de 2021 y liderado por la Dirección de Trabajo y Asuntos Sociales de OCDE, tiene por objetivo revisar las brechas de género existentes –y sus causas– en materia de educación y trabajo. Asimismo, presenta una serie recomendaciones de políticas públicas que promueven una distribución más equitativa del trabajo remunerado y no remunerado. Entre estas destacan: (a) garantizar el acceso a una educación de calidad para todos, brindando apoyo adicional a niñas vulnerables; (b) promover el acceso de las mujeres a puestos de liderazgo mediante intensificación de los mecanismos de monitorización y evaluación de la igualdad de oportunidades; (c) fomentar en las niñas el interés por carreras no tradicionales (como las carreras STEM); (d) apoyar el emprendimiento femenino mediante la modernización de las leyes de matrimonio; (e) combatir la violencia de género reduciendo las barreras que impiden a las víctimas de violencia y acoso sexual acceder al sistema judicial.

[1] Gender Mainstreaming and Equal Opportunities in the OECD (2001)173

[2] Toward Management Excellence in the OECD: Equal Opportunity”; “OECD Framework for Gender Mainstreaming”.

[3] El próximo informe de implementación de esta recomendación se deberá presentar en la Reunión del Consejo de la OCDE a nivel Ministerial del 2022.

 

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