Entrevista a dos representantes de los profesionales y técnicos de la salud que componen la Mesa del Marco de Consenso Ético, para compartir sus perspectivas

¿Cuáles han sido los desafíos en la implementación de sus códigos de ética y como los han abordado?

JC: Desde siempre la Ética ha sido un desafío importante para los profesionales de salud. Es en su trabajo diario y en las influencias que puede intentar ejercer el medio, que los profesionales deben ponderar lo señalado en sus Códigos de Ética.

En los colegios actualmente no existen herramientas reales para implementar todo lo que se requiere en relación a la ética profesional, porque no cuentan con recursos destinados directamente o conocimiento procedimental intrínseco en las profesiones, lo que implica que se debe contratar a personas externas (abogados) para que lleven de manera correcta los procesos. Hay dos proyectos de Ley en trámite en el Congreso: Número de boletín 6562-07, Sobre Colegios profesionales¹ y el boletín 10759-07, que establece un estatuto de transparencia activa para las asociaciones gremiales, colegios profesionales y organizaciones sindicales²; pero ninguno de ellos ha tenido el avance que se requiere.

SS: Desde su creación, el Código de Ética del COLMED³ ha tenido actualizaciones periódicas, de tal modo de hacerle frente a los nuevos desafíos que plantean los avances tecnológicos y también respecto de la relación de los profesionales médicos con la industria, para así poder evitar los conflictos de intereses que suelen surgir en estas interacciones. Ya en el año 2004, el Colegio Médico aprobó una separación entre las funciones gremiales propiamente tales y las jurisdiccionales éticas, con el fin de garantizar mayor independencia en estas materias y, en su última actualización del 2019 señala que “el especial estatus que tienen las profesiones en la sociedad las obliga a cumplir con un estándar ético que excede a la normativa legal, la cual no es suficiente para resguardar la confianza que debe existir entre los que ejercen la profesión y, en el caso de la medicina, sus pacientes. Así las cosas, no basta con el control legal de las profesiones, sino que es necesario, además, un control ético de ellas, por cuanto el primero es mucho menos exigente que el segundo”.

¿Qué valor ven conectarse con gran parte del ecosistema de salud en Chile para encausar una ética con principios comunes?

JC: La ética es la base para construir desde la confianza. Es la confianza la que aglutina a la sociedad, los mercados e incluso a nivel personal. Es por ello que si podemos trabajar y acordar principios comunes es muy probable que podamos construir el Chile que soñamos, y que la ciudadanía y los pacientes necesitan para no solo recuperar, sino tener vidas saludables y plenas.

SS: El principio ético fundamental que orienta nuestra práctica es velar siempre y ante todo por el bienestar de la persona enferma, anteponiendo cualquier otra consideración de interés personal. En este sentido, especialmente considerando que el trabajo del profesional médico se realiza al interior del equipo de salud, es muy valioso que todos los integrantes de este ecosistema, incluyendo por cierto a los mismos pacientes, puedan postergar sus intereses personales por el bien común.

¿Qué los motiva a ser parte del MCE?

JC: Es un espacio coordinado por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, que implica una mirada más amplia y con miras a consolidar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, por lo que creemos que es una oportunidad invaluable de encontrar acuerdos, que sin duda son muchos más que las diferencias entre nosotros.

SS: Creemos que podemos ser un aporte en la búsqueda de consensos éticos para mejorar los estándares de la relación con la industria y también con todos los actores relevantes en el tema de salud, teniendo siempre como foco principal el beneficio de la persona que requiere recibir atención sanitaria de los más altos estándares.