Chile se encuentra, en este momento, preparado para emprender una estrategia nacional de exportación de servicios basada en sus excepcionales ventajas competitivas, para así dinamizar el comercio de servicios.
Esta estrategia permitiría el traslado hacia un nuevo paradigma de crecimiento, basado en los servicios intensivos en conocimiento y de alto valor.
Esta estrategia permitiría el traslado hacia un nuevo paradigma de crecimiento, basado en los servicios intensivos en conocimiento y de alto valor.
Chile se encuentra, en este momento, preparado para emprender una estrategia nacional de exportación de servicios basada en sus excepcionales ventajas competitivas, para as dinamizar el comercio de servicios.
Chile necesita una estrategia que sea capaz de impulsar sus exportaciones de servicios y alcanzar niveles globales de crecimiento.
Chile se encuentra, en este momento, preparado para emprender una estrategia nacional de exportación de servicios basada en sus excepcionales ventajas competitivas, para así dinamizar el comercio de servicios.
El presente estudio ha sido desarrollado con el objetivo de medir el impacto de las exportaciones de la agroindustria alimentaria chilena en la economía nacional.
La inserción económica internacional de Chile ha sido un componente importante de la estrategia de crecimiento y desarrollo en las últimas décadas.
Es una publicación elaborada por la División de Aspectos Regulatorios del Comercio de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (SUBREI), del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En Chile, las pequeñas y medianas empresas (PYME) son un componente importante del tejido económico y productivo del país, participando en diferentes actividades y tareas a lo largo del territorio.
Los TLC han ampliado las oportunidades para las exportaciones del país, mejorando en forma considerable la posición competitiva de las empresas, ya sean exportadores directos o indirectos.
Al finalizar el mes de noviembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud declaró como “preocupante” el brote de la nueva variante del COVID-19, Ómicron. Esta situación además de levantar las alertas sanitarias también impone la cautela en las proyecciones económicas, incluso corrigiéndolas levemente a la baja.